Para los que se están haciendo ilusiones, Juan Luis Guerra sólo estará en el primer concierto de la celebración de los 30 años de Los Hermanos Rosario en la música. O sea, el viernes 7 en el Teatro Nacional Eduardo Brito, no así al otro día en el Gran Teatro Regional del Cibao. Sucede que Juan Luis partirá ese sábado hacia Houston, Texas, donde se celebrará el premio Grammy Latino.

Que canten más

Myriam Hernández es un buen ejemplo de que el público paga para ver cantar a los artistas, no para hablar, como hacen muchos, con la finalidad de ganar tiempo y cantar menos. La chilena se ganó cantando los aplausos y la algarabía del público. ¡Así se hace!

Le encantó

Uno que suspiró la noche del viernes en el teatro La Fiesta del Jaragua con Myriam Hernández fue el cronista de espectáculos Carlos T. Martínez. Al “Deferente” sólo se le escuchaba decir: “Ay Myriam”.

A propósito

Las mujeres fueron las que mas gritaron con las canciones de la chilena. Habían algunas que querían cortarse las venas con temas románticos como “Se me fue”, “Mío”, “El hombre que yo amo”, “Huele a peligro” y “Te pareces tanto a él”. ¡De que se lo gozaron, lo gozaron!

¿Qué pasó ahí?

No está bien que si alguien llega tarde a una función, hasta media hora después de iniciado el concierto o la obra, tengan que parar del asiento a quien antes ubicaron. Y peor es la molestia que ocasionan esos impuntuales a los que sí llegaron a tiempo. Sucedió el viernes en el concierto “Enamorándome 2008”, de Myriam Hernández.

Más quejas

Siguen las quejas de los organizadores de ruedas de prensa por la gran cantidad de no invitados que se cuelan. Y cada vez se suman más a la bebedera y comedera sin control. Donde no se la han podido ingeniar los paracaídas del espectáculo para ingresar es al Santo Domingo Country Club. En México tuvieron que legislar para poder controlar a los llamados paracaídas y aplicar multas a los intrusos. ¡Sin invitaciones no hay paraíso!