Por MARIO MÉNDEZ
El inicio de la ejecución del DR-CAFTA estaría precedido de un período en el que se ha producido un fuerte deterioro en la balanza comercial entre la República Dominicana y Centroamérica. Según datos aportados por Viviana Santamaría Guerrero en un seminario auspiciado el pasado jueves por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos y la Cámara Americana de Comercio, el déficit comercial de la República Dominicana con Centroamérica aumentó en 209 por ciento entre el año 2004 y 1997.

De acuerdo a esos datos, las importaciones dominicanas desde Centroamérica se incrementaron en ese período en 143 por ciento, en tanto que las exportaciones dominicanas hacia los países centroamericanos sólo aumentaron en 70 por ciento.

El hecho de que con la entrada en vigencia del DR-CAFTA el déficit comercial de la República Dominicana con Centroamérica se haya agravado pone en evidencia problemas de competitividad que afectan a la economía dominicana.

Dado que con el DR-CAFTA, que sustituirá el tratado de libre comercio entre la República Dominicana y Centroamérica, se producirá una mayor integración de la que había con el tratado CE y RD, el país deberá hacer frente a esos problemas de competitividad para que no se continúe agravando el déficit comercial con la región.

Con la entrada en vigencia del DR-CAFTA se ampliaría la cobertura de productos en libre comercio.

Las zonas francas tendría acceso preferencial.

En el marco del DR-CAFTA coexistirían los regímenes de origen y durante el período de transición del tratado sería el exportador quien decidiría cuál régimen utilizar.

Los productos que la República Dominicana exporta a Centroamérica son principalmente varillas y productos de hierro o acero, medicamentos, tuberías de plástico, cemento blanco, cacao y tabaco.

En cambio, Centroamérica exporta a la República Dominicana principalmente dispositivos médicos, cables conductores eléctricos, cajas de papel o cartón, medicamentos, dentríficos y preparaciones para la higiene.

El CAFTA sustituye el TLC CA-RD e incorporan los compromisos de desgravación y las normas de origen.

Establece el principio de multilateralidad, con excepciones, y los contingentes se trasladan al CAFTA-DR.