El sistema de manejo de riesgos laborales que se pretende establecer en el marco del tratado de libre comercio (TLC) con los Estados Unidos conlleva riesgos para la República Dominicana e incluso, multas de hasta US$15 millones para el país, en caso de violaciones en asuntos de trabajo, advirtió ayer la Confederación Patronal de la República (COPARDOM).

Virgilio Ortega Nadal, presidente de la COPARDOM, denunció también que en el mecanismo que se pretende instituir al respecto, la solución de conflictos laborales por quejas de violaciones, se sale del esquema de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y delega su manejo a un comité cuyos miembros no serían especialistas en este tema.

Recordó que los conflictos laborales del país, cuando hay que dirimirlos en instancias internacionales, se manejan en el seno de la OIT.

La COPARDOM se refiere a casos de denuncias de violaciones en asuntos laborales, en los que se involucre a la República Dominicana como país.

Dijo que la COPARDOM, en el marco de las negociaciones relativas al TLC con los Estados Unidos, está tratando de que cualquier conflicto laboral que surja en el futuro, se maneje como ahora en el seno de la OIT.

Ortega Nadal añadió que es importante conseguir que quienes traten los conflictos laborales del país, sean especialistas en este tipo de tema.

La COPARDOM estuvo representada en Puerto Rico recientemente, en la celebración de la segunda ronda de negociaciones para la firma del TLC con Estados Unidos, dándole seguimiento al tema laboral, dijo.

En el marco de este tratado, hay dos cláusulas que son de gran relevancia para la COPARDOM: el tema laboral en sí y el de la solución de conflictos, expresó.

Con relación al tema de solución de conflictos, agregó que la COPARDOM tiene que darle seguimiento a éste, en el marco de las negociaciones para el TLC con los Estados Unidos.

En lo que respecta a le legislación laboral, la República Dominicana no tiene problemas, dijo Ortega Nadal.

Al respecto, resaltó que la legislación laboral dominicana es moderna, incluso más que las de los países centroamericanos y que en ese sentido “estamos en una posición cómoda y en cuanto al cumplimiento y respecto de la misma».