Con ese presupuesto “E’ pa’ trá que vamos”

Con ese presupuesto “E’ pa’ trá que vamos”

El Congreso recibió este año a tiempo el proyecto de ley de presupuesto que regirá a partir del 1 de enero de 2011 y durante todo ese año.

Este tiempo, antes de que se convierta en ley, debe ser utilizado por el ciudadano para expresarse con relación a la manera en que el gobierno recauda el dinero y cómo lo gasta. Después de todo, es el ciudadano el que paga impuestos y el que tiene que estar interesado en el destino que se le da al dinero que le quitan.

En todos los foros de la sociedad civil han salido tres temas prioritarios que generan consenso: Educación, salud y energía; y en ese mismo orden de prioridad.

La mala calidad de nuestra educación está detrás de todos los males que nos aquejan como sociedad. El Gobierno no puede hablar de desarrollo si al mismo tiempo mantiene la calidad de la educación en el nivel vergonzoso en que se encuentra. La Ley Orgánica de Educación establece que la asignación presupuestaria para Educación será del 4% del PIB o el 16% del gasto público total, el que resulte mayor. El proyecto de Presupuesto 2011 solamente le asigna el equivalente a 2.37% del PIB si contamos la Educación Superior y tan solo el equivalente a 1.98% del PIB si dejamos fuera la Educación Superior. Exigir el 4% del PIB es exigir que el gobierno cumpla con su propia legislación, que se someta al imperio de la ley. Por otra parte, no basta aumentar la asignación presupuestaria si al mismo tiempo no se mejora la gerencia de esos recursos. Bastaría con mencionar el caso de las escuelas de Fe y Alegría que por contar con una gestión eficiente pueden mostrar un desempeño de mejor calidad que la escuela oficial y siempre con los mismos recursos.

En salud sucede algo parecido a lo que sucede en educación. La ley de Seguridad Social estableció un plazo de 10 años, que vence en mayo de 2011, para tener cobertura universal de los afiliados. Actualmente nos encontramos en apenas el 50% y la inversión para el próximo año no permite suponer una mejoría; y estamos hablando de Seguridad Social, que es a nuestro juicio el área de la salud en donde el gobierno puede exhibir sus mayores éxitos. El tercer tema, la energía, es también una constante en la agenda de la sociedad civil. Años de mala gestión nos han colocado ante una situación de energía cara y con grandes pérdidas. La solución no es a corto plazo pero hay que hacer las inversiones necesarias y eso debe reflejarse en el presupuesto.

Es necesario que la sociedad se movilice exigiendo que el gobierno priorice estos temas.

Años atrás, cuando el cobro de los impuestos no era eficiente, se podía perdonar el desinterés. Ahora no.

Al que nos hace pagar tan eficientemente los impuestos que decirle:

Sin educación, sin salud y sin energía ¡E’ pa’trá que vamos!

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