Las españolas se impusieron a Suecia y disputarán por primera vez una final de un mundial femenino. En un parejo y tenso juego
Perseverancia, osadía y habilidad definen la actuación de una España que escribió ayer un capítulo más de la historia del fútbol.
Nuevamente con un gol de Salma Paralluelo y otro tanto de Olga Carmona, las españolas se impusieron a Suecia y disputarán por primera vez una final de un Mundial femenino. En un parejo y tenso compromiso que se guardó lo mejor para el final, los tres goles -dos para España y uno para Suecia- salieron en los últimos diez minutos del encuentro. El resultado supone un doble triunfo para las españolas- además del inédito pasaporte a la final, batieron por primera vez al conjunto nórdico. Con un once de gala, el clima entre el equipo era de tranquilidad y desenvoltura, con las españolas luciendo sonrisas e intercambiando abrazos en el calentamiento.
Para hacer frente a la fortaleza física del combinado escandinavo, Jorge Vilda priorizó el ataque y apostó sus fichas en el poderío del centro ofensivo de Tere Abelleira, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas y el trío Mariona Caldentey, Alba Redondo y Jenni Hermoso en la cabecera. Suecia, como se esperaba, empezó muy física y con un marcaje muy intenso, mientras que España buscaba el juego con su estilo veloz y priorizando el balón.