Con Juan Bolívar

Con Juan Bolívar

Me sentí feliz el pasado lunes porque tuve la oportunidad de participar en un acto de apoyo al muy distinguido y respetado periodista Juan Bolívar Díaz, en el auditorio Manuel del Cabral de la Biblioteca Pedro Mir de la UASD. Fue un acto hermoso, sencillo, cálido y positivo.

Se resaltaron los méritos de Juan Bolívar Díaz; el ejercicio del periodismo veraz y serio de su parte, en su larga trayectoria profesional; su ética como comunicador y ciudadano comprometido, y la honestidad de su esposa y de su familia.

El auditorio estaba lleno. Se dio cita un grupo grande de personas identificadas tradicionalmente con las mejores causas de la República Dominicana.

Fue realmente edificante encontrarse con tanta gente sana, que día a día trabaja por un mejor país, que propugna por una justicia bien servida y sin la intervención grotesca del poder político; porque no haya impunidad, porque haya equidad social, porque haya institucionalidad, porque haya una mejor educación; porque no haya discriminación y no se conculquen los derechos adquiridos; porque haya justicia fiscal…

Juan Bolívar Díaz ha sido objeto de ataques malsanos e injustos en los últimos meses, con diatribas, epítetos y calumnias, de parte de personeros que toda la nación dominicana identifica, porque ese es su quehacer cotidiano. No es este un hecho aislado. Ese grupo con sus bocinas se ha habilitado desde hace un tiempo considerable en el país, para destruir dignidades y honras, para hablar mentiras y proferir calumnias contra quienes no confiesan con sus desmanes. Reproducen el mismo método que los narcotraficantes: atacan también a las familias como método de rematar y desmoralizar a sus víctimas. Tienen un buen tiempo haciendo todo esto sustentados en la expresión: “miente que algo queda” y todos los días intentan acorralar a alguien que les afecta, que desnuda sus abominables acciones en el quehacer público y privado, su doble moral y sus inconductas permanentes que todos conocemos, sin autoridad alguna que le ponga freno.

Y porque no ha sido Juan Bolívar Díaz el único atacado con virulencia, en base a mentiras y falsedades y porque se ha comprobado que esta práctica ha sido institucionalizada para amedrentar a la gente para que no se exprese, para que no se queje, para que no denuncie, para que no se querelle, para que no critique las acciones incorrectas; porque se busca infundir miedo e imponer la mordaza, se hizo ese hermoso acto para decir: Juan Bolívar estamos contigo; creemos en ti; te admiramos y al mismo tiempo, a partir de lo que ha pasado contigo y con otros en el pasado reciente, no aceptamos ni aceptaremos que nos enmudezcan y estamos aquí de frente para seguir diciendo nuestra verdad y reiterando nuestras denuncias sobre los desafueros y tropelías de ese grupito de malos dominicanos.

Juan Bolívar, estamos contigo, creemos en ti, te respaldamos, eres un periodista ejemplar y ético y tu trayectoria de vida personal y profesional nos hace sentir cada día más orgullosos de ti.

Sigue adelante que el pueblo dominicano conoce tus hechos y sabe de tu conciencia sana y limpia.

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