Con la atención fija  hacia el norte

Con la atención fija  hacia el norte

Las alzas petroleras se han convertido en  constante de una ecuación de múltiples incógnitas que preocupa a gran parte de la humanidad. Pero ese elemento, que es fruto de una simbiosis de mercadotecnia y geopolítica, no es el único que se manifiesta como constante a tomar en cuenta. George Bush, el presidente de Estados Unidos, la mayor potencia económica del mundo, admite que la economía de su país anda mal.

La crisis inmobiliaria ha hecho desplomarse pilares tan sólidos como Bear Stearns, el indicador bursátil Dow Jones, el fondo de inversión The Carlyle Group y el índice de confianza de los consumidores de esa nación cayó a sus niveles más bajos en los últimos 17 años.

El  panorama pone a Estados Unidos ante la posibilidad de una aguda recesión que haría declinar la demanda de bienes y servicios, la disponibilidad de empleo, las remesas al exterior y las importaciones desde países como el nuestro. Esto obliga a preguntar ¿qué estamos haciendo para amortiguar los efectos de lo que se ve venir? Si al acoso que representan las alzas petroleras sumamos una recesión de magnitud espantosa, como prevén expertos, cuál sería nuestra receta para la economía dominicana, habida cuenta de que un desplome en Estados Unidos se sentiría en el mundo entero. Este elemento en la ecuación económica obliga a que mantengamos nuestra atención fija hacia el norte.

Educación y mercado laboral

El más reciente informe sobre políticas nacionales de educación, preparado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) plantea la necesidad de diversificar aún más la enseñanza superior en la República Dominicana. No hay duda de que la recomendación es juiciosa, si se toma en cuenta que la educación superior en este país anda divorciada de las condiciones que ofrece el mercado laboral.

Es preciso, no sólo diversificar la enseñanza en términos de abanico de profesiones, sino además crear alternativas técnicas intermedias conforme a la demanda del mercado laboral, de manera que la gente que se prepare en determinadas disciplinas tenga margen de seguridad de empleo. Muchos profesionales en este país viven de actividades muy ajenas a las disciplinas que cursaron y eso se debe a la falta de armonía entre la oferta de recursos humanos y la demanda del mercado laboral. Eso es así.

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