Una de las cosas que más me llamó la atención mientras estuve como diplomático en Corea del Sur fue la productividad del sector agrícola mediante el uso de avanzadas tecnologías en invernaderos.

Un país con un clima adverso, hostil para la producción, sin embargo, logró convertir sus desventajas naturales en grandes oportunidades mediante el uso de la tierra y las tecnologías.

Corea del Sur no solo abastece con su producción nacional gran parte de la demanda de su población. Digamos es raro que un coreano compre arroz extranjero, leche extranjera, creo que hasta el queso extranjero pocos lo conocen. A los coreanos le gusta su producción nacional y consumen lo que producen.

Cuando el  candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, licenciado Danilo Medina, anunció en Rancho Arriba, San José de Ocoa,  que cuando asuma la Presidencia de la República sembrará esta provincia de invernaderos, dotará de títulos de propiedad a todos los parceleros del Instituto Agrario Dominicano, asfaltará sus caminos vecinales y dará a los productores financiamiento, no hay dudas que está poniendo la mirada en el desarrollo de la República Dominicana.

En Colombia, el Plan de Desarrollo involucra el desarrollo de una política de innovación tecnológica agropecuaria. Y también establece un fondo para financiar a las pequeñas y medianas empresas.  Y eso es parte de la visión de desarrollo del candidato Danilo Medina.

Hay que cambiar la práctica de que es más fácil en el sistema bancario nacional conseguir un préstamo para la importación de vehículos que para el desarrollo de un invernadero.

Para el país impulsar claramente su nueva estrategia de desarrollo hay que fomentar la producción agropecuaria que sirve de sostén al crecimiento del turismo y al consumo nacional.

Los dominicanos debemos promover una cultura de exportación. Pero para eso, se necesita de una producción agrícola intensiva en el uso de tecnologías y en la existencia de incentivos financieros y bancarios.