Por: Rafael Emilio Yunén
En los recovecos montañosos del valle de San Juan, en la República Dominicana, surgió a principios del siglo XX un movimiento religioso que desafiaría el tiempo y las convenciones sociales: el liborismo.
Fundado en 1908 por Olivorio Mateo, un campesino humilde que se convirtió en líder espiritual, este movimiento ha perdurado durante más de un siglo, resistiendo adversidades y transformaciones, llegando a convertirse en un fenómeno sociocultural de gran relevancia.
Roberto Cassá nos invita, a través de su exhaustiva obra de seiscientas páginas, a sumergirnos en este fascinante mundo. Su investigación no solo busca narrar la historia del liborismo, sino también entender las complejas interrelaciones entre los factores económicos, políticos y culturales que han influido en su evolución y persistencia.
Un enfoque integral y metodológico
Cassá mantuvo una fidelidad rigurosa al método histórico-crítico, enfrentándose a preguntas inquietantes: ¿Qué factores predominan en el origen y la evolución del liborismo? ¿Es posible que la cultura tenga un peso equiparable o incluso superior a la economía y la política en ciertos momentos históricos? Para responder, demostró que es factible «dotar de significado histórico a una movilización colectiva cuyo referente básico se situaba más allá del mundo terrenal». Es decir, logró situar al liborismo dentro de la formación social dominicana y en el contexto específico del valle de San Juan y sus alrededores.
El autor construyó lo que podríamos denominar el «espacio liborista», un concepto que encapsula las dinámicas económicas, políticas y culturales que interactúan junto a otros factores ambientales en torno al movimiento religioso. Este enfoque le permitió analizar cómo, en momentos cruciales, estos factores convergieron, influyendo en eventos significativos como «La Matanza de Palma Sola» en 1962, donde seguidores del liborismo fueron brutalmente reprimidos.
Para abordar un tema tan complejo, Cassá empleó diversas técnicas de investigación social como: análisis documental, historia oral, observación participante, utilización de datos cartográficos y estadísticos, comparación con otros movimientos religiosos y reconstrucción de la memoria colectiva. Combinando algunas de estas herramientas metodológicas, el autor esclarece la relación entre la dimensión social de la memoria y el liborismo, convirtiendo este aspecto en uno de los principales logros de su trabajo.
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La memoria colectiva no es simplemente un registro del pasado, sino una construcción activa que moldea la identidad y las acciones presentes y futuras de una comunidad. Cassá convierte a la memoria en ‘objeto historiográfico’ y, valiéndose de testimonios y recuerdos, profundiza en cómo los liboristas perciben y vivencian su historia. Como él mismo señala: «No basta con determinar la verosimilitud de un evento sino cómo este ha sido visualizado por sus protagonistas». Esta aproximación permite comprender el liborismo no solo como un conjunto de prácticas y creencias religiosas, sino como un movimiento social con un profundo impacto cultural. En este caso, la memoria colectiva, transmitida a través de generaciones, ha sido esencial para la supervivencia y adaptación del liborismo ante cambios y desafíos.
Aporte significativo a la historiografía dominicana
Este nuevo libro de Cassá constituye una importante contribución a los estudios históricos al desarrollar los siguientes aspectos:
Adaptabilidad de la metodología de investigación social: Al integrar múltiples técnicas y enfoques, establece un precedente para estudios futuros que deseen abordar fenómenos sociales complejos de manera integral.
Integración de un fenómeno religioso en la macro historia: Al entender el fundamento espiritual del liborismo para detectar su conexión con valores éticos y cómo esto llevó al movimiento religioso a canalizarse en un movimiento social.
Reconstrucción de muchas historias: Al utilizar la perspectiva de las propias comunidades, dándoles voz y reconocimiento.
Importancia de las historias locales y regionales: Al centrar su estudio en el valle de San Juan, resaltando la relevancia de las dinámicas locales en la formación de movimientos que, aunque surgidos en contextos específicos, tienen vinculaciones con el contexto nacional.
El liborismo como expresión de resistencia e identidad
El liborismo emergió en un entorno marcado por la pobreza, el aislamiento y la marginación. Para sus seguidores, representaba mucho más que una doctrina religiosa; era una fuente de identidad, solidaridad y resistencia frente a las adversidades. Olivorio Mateo se convirtió en una figura mesiánica, ofreciendo esperanza y un sentido de propósito a comunidades olvidadas.
Cassá explora cómo este movimiento fue percibido por las autoridades y sectores dominantes y cómo tuvo que reaccionar frente a las estructuras de poder establecidas. La estigmatización y persecución sufridas por los liboristas evidencian tensiones profundas en la sociedad dominicana, relacionadas con el control cultural y la opresión de voces disidentes.
El autor logra trasladar al lector a las comunidades del valle de San Juan, haciéndolo partícipe de las vivencias, emociones y convicciones de los liboristas. Esta cercanía humaniza al movimiento, alejándolo de los estereotipos y prejuicios que históricamente lo han rodeado.
La obra de Cassá destruye esos y otros mitos sobre el liborismo, presentando una visión más cercana a la realidad sociocultural. Con la palabra de Dios es un libro extraordinario que valora el legado del mundo campesino a través del liborismo. Además, critica la indiferencia de historiadores liberales y marxistas hacia las temáticas campesinas y destaca la importancia de la memoria colectiva en la reconstrucción histórica.