Con la ropa de pelear

Con la ropa de pelear

Claudio Acosta

Demasiado rápido respondió la ADP las declaraciones del ministro de Educación, Ángel Hernández, llamando a los maestros a asumir su responsabilidad de elevar la calidad de la educación dominicana, como si la respuesta estuviera preparada con anticipación, o porque tiene puesta la ropa de pelear, lista para subir al ring a dar y recibir golpes.

Me inclino por lo segundo, pues todo indica que el gremio ha decidido seguir una estrategia de confrontación con el Minerd, es decir con el gobierno, atendiendo a una agenda política que enmascara en sus actividades de naturaleza reivindicativa, en los paros y movilizaciones con los que se pierde tanto tiempo y docencia.

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En esta ocasión, sin embargo, ha preferido exponer las miserias de nuestro sistema de educación pública, que según un estudio del Observatorio Educativo no ha logrado diferencias significativas en los resultados académicos entre los Centros de Jornada Extendida y aquellos que operan solo en horario vespertino o matutino, y la razón es que el 96% de las escuelas carece de los talleristas requeridos en las áreas curriculares.

A pesar del 4% y todo el dinero que ha recibido el Minerd, las autoridades que han administrado esos recursos no los han nombrado, lo que según el estudio ha provocado que se pierdan 160 horas de clases al año, equivalentes a 20 días de clases anuales perdidos. Con ese ejemplo la ADP concluye que el problema de la educación nuestra es de gestión, y es probable que viéndolo desde ese punto de vista tan simplista tenga razón.

Pero si el sindicato de maestros quiere contribuir verdaderamente, desde la discusión pública, a sacarla del empantanamiento en el que se encuentra debe hacer primero un ejercicio honesto de autocrítica, y asumir la cuota de responsabilidad que le corresponde en el desastre que es al día de hoy. Lo demás es politiquería de la más barata, y por eso es necesario, además de urgente, sacarla del debate y de las escuelas, como ha pedido el presidente Luis Abinader.