“Con libras o sin libras, soy bella y positiva”

“Con libras o sin libras, soy bella  y positiva”

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“Muchas personas me han preguntado que si borraré mis fotos de obesa en las redes sociales y ¿por qué debo borrarlas, acaso esa no era yo? con muchas o pocas libras sigo siendo yo.

La apariencia física muchas veces es valorada como más importante que la belleza interior, y si somos diferentes a lo que la sociedad establece como normal, nos ponen apodos que aunque en ocasiones resulten ser de “cariño”, terminan hiriéndonos.

Y esto es lo que vivió en carne propia la joven Diany Alcequiez Hernández por tener sobrepeso.
Con gran disposición nos abrió de forma virtual las puertas de su hogar y su corazón para contarnos su historia, una historia de vida llena de momentos difíciles de los que pudo salir adelante gracias a su voluntad férrea y valores familiares ejemplares.

Con una licenciatura en Administración Turística y Hotelera, esta chica de apenas 28 años ha lidiado con la obesidad desde que era una niña, sumado a los acosos recibidos que llegaban a un punto de hastío.

Sin sonrojo alguno Diany confiesa que siempre fue gordita, pero todo se salió de control en el 2011 cuando fue a visitar unos familiares a Estados Unidos y regresó con 50 libras de más. “Nunca volví a perderlas, siempre empezaba dietas y no tenía resultados porque no me enfocaba y no era constante”, cuenta quien trabaja en la actualidad para una agencia de intercambio cultural en el área de servicio al cliente.

Dice que el descontrol alimenticio y la ansiedad fueron en aumento porque para el año pasado (2019) llegó a pesar 330 libras.

“Me duele recordar ese episodio. No quiero volver a tener ese temor de sentarme en una silla y romperla, en las que cabía, porque no me podía sentar en todos lados; el encontrar ropa para mí, no quiero sentir miedo de salir porque todo el mundo me mire y murmure, no quiero más nunca en mi vida volver a sentirme así”, resalta con determinación.

Los comentarios y las miradas de soslayo fueron lacerando su alma, tanto así que en un momento la hicieron dudar de quién era y, a nivel de salud estaba teniendo dolores de espalda, piernas y una posible diabetes e hipertensión.

Cuando llegaba a un lugar le resultaba incómodo porque todos la criticaban sin disimular. “Era como que había llegado un pichón de elefante; la imprudencia es la moda que nunca acaba, por eso prefería no salir para no tener que repetir que sí ya voy a empezar una dieta o sí, voy hacer ejercicios.

Era tan molesto, que aunque trataba que no me afectara, era imposible, porque eso te marca y empiezas a encerrarte y dudar de tu persona, de tus talentos y de ti en general”.
Pero como dice el refrán, todo es hasta un día. Diany sacó fuerza de voluntad para cambiar y comenzar a comer saludable.

Recuerda que para el 24 de junio de 2019, su mentalidad y cuerpo cambiaron radicalmente, pues había logrado perder peso a través de la cirugía bariátrica, porque la obesidad no le permitía ejercitarse por su sobrepeso, demasiado para sus tobillos y rodillas.

Ya hace más de un año que Diany decidió cambiar su alimentación. Y es que desde el mismo día en que se paró frente al espejo y se dijo que si “Dios y la vida me han dado una segunda oportunidad para perder peso, debía aprovecharla”, desde ahí lleva una dieta baja en carbohidratos.

Pero su motivación fue más allá y esa experiencia que en su momento fue amarga, hizo despertar sus dotes culinarias porque hace tres meses comenzó a preparar salsas para darle un toque especial a sus comidas, sin dejar la esencia de lo saludable.

En honor a su historia las comercializa en las redes con el nombre de La Gorda.
La Gorda está compuesta por cinco tipos de salsas, cada una con sabores, ingredientes y esencias distintas, “que nos facilitan la vida en la cocina y dan el mejor sabor sin dejar a un lado la exquisitez y lo saludable de nuestros alimentos”.

Su motivación: Su principal motivación para preparar dichas salsas fue un cambio en el estilo de alimentarse, porque “no quería volver a ser obesa y es ahí que empiezo a mezclar sabores y alimentos distintos, ya que no soy de las que regularmente adora el comer lechuga y pechuga a la plancha; por eso tantas dietas fallidas y todo el peso que tenía, buscaba cómo hacer mi comida mucho más divertida y sabrosa, así que empecé a inventar en mi cocina y de ahí surgió todo esto”.

Aunque consume más vegetales, hay ocasiones que complace sus antojos como un puré de papas con un buen corte de carne ¼ y una rica ensalada verde, que de solo pensar se le hizo agua la boca, (jajaja) se ríe.

Expresa que regularmente su antojo son las palomitas de maíz o los Doritos, pero está conciente de que transgrede las reglas de su dieta: “lo sé, soy una pecadora, trato de evitarlo, pero caigo en esas tentaciones y más cuando la ansiedad se apodera de mí, pero saqué de mi vida a totalidad la comida chatarra, no soy consumidora de ningún tipo de comida rápida”.

“No hay que pasar hambre ni quedarse con las ganas de comer algo delicioso, porque me ha servido para buscar diversas alternativas que sustituyan ese tipo de comida, ejemplo, en vez de comer pizzas hechas a base de harina consumo unas que son elaboradas en masa de coliflor, como le llamo comida sin culpa”, suspira con alivio.

Divertida. Diany se describe como una mujer divertida, alegre, entusiasta, luchadora e intensa, y como un ser de luz, que no le gusta complicar ni que la compliquen, y que sigue esperando que Dios le haga “el milagrito” de conseguirle un novio, porque aun no tiene.

¿Te ves casada y con hijos? “ Esa pregunta antes era una ofensa, pues quería ser la tía soltera, rica y feliz, pero definitivamente me hace mucha ilusión encontrar mi media naranja y poder construir una familia. Me sonrojo de pensar tener un bebé”.

Sin dudas que su vida ha cambiado favorablemente, con seguridad afirma que tiene enfoque de seguir trabajando sin descanso y su meta es dar a conocer su negocio de salsas y tener la satisfacción de poder ayudar a las personas que como ella se sintieron excluidas por su peso.

Anhela convertirse en una empresaria exitosa en el área que ha decidido emprender, con el firme compromiso de seguir mejorando su calidad de vida y ser fuente de inspiración. Además de que su familia y amigos quedaron asombrados con su cambio físico y llenos de alegría porque ahora goza de más salud.

Diany concluye diciendo que “si hay algo en ti que no te gusta, trabaja para cambiarlo, no solamente vivas para mencionarlo y quejarte, si crees que esto te dará felicidad y paz, no lo pienses y haz que pase, anhélalo tanto hasta que el universo no tenga más remedio que dártelo”.

Saludable

Sabores de la Gorda:
Hay salsa pesto, salsa chimichurri, salsa Pizza artesanal (sin azúcar), también hay salsa condimentada artesanal y salsa picante.

Dice muy orgullosa que a “esto también le sumamos nuestras mayonesas artesanales de puerro, aguacate, pizzas de masa de coliflor y demás recetas bajas en carbohidratos.

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«Nunca más quiero sentir ese miedo de salir a la calle porque todo el mundo me mire y murmure. No, no quiero más nunca en mi vida volver a sentirme así”.

«Mis aspiraciones de un año para acá han dado un giro de 360 grados, antes planeaba vivir el día a día, no tenía un norte, pero gracias a Dios hoy tengo metas”.

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