Con los ojos sobre el 4%

Con los ojos sobre el 4%

Un riesgo del vuelco de recursos hacia la Educación reside en que la abundancia y afán realizador lleven a la festinación y abran espacio, en medio de la confusión, al tráfico de influencia para beneficiarse de las obras en forma indebida o para que desde el Poder se ceda a la tentación de llenar cupos de nuevas plazas a partir de preferencias personales, nexos familiares o políticos. Ninguna de estas distorsiones ha sido ajena a la realidad criolla. Aquí los vivos y los taimados encuentran campo fértil para salirse con la suya, incluyendo que las ineficiencias burocráticas a veces se convierten en obstáculos para que el Estado honre compromisos con contratistas creándose oportunidades para la intervención “facilitadora” con mordidas.

El Ministerio de Educación ha dado demostraciones de que no quiere dar, por acción u omisión, espacio al dispendio ni a brechas por las que la inversión pública derive en lucro inmerecido. Quienes allí dirigen tienen que ser fieles a la transparencia y la equidad. Se aplaude que recurrieran a revaluaciones sobrevaluadas de solares en proceso de adquisición para construir planteles. Esta sociedad luchó por un 4% del PBI y ahora se debe velar por el mejor empleo de lo logrado. Alertar contra el favoritismo en adjudicaciones y contra la falta de correspondencia entre lo adquirido y lo pagado. Además, el ingreso al servicio de enseñanza solo debe estar abierto a quienes reúnan las mejores condiciones.

 CLANDESTINAJE Y ALTO MORTALIDAD

En un país donde la tónica dogmática dominante ha obstaculizado la educación sexual y en el que la pobreza extrema y falta de educación llevan a cifras altas las relaciones carnales prematuras, las interrupciones de embarazos en condiciones inapropiadas, ocultas a todo control sanitario, suelen ocurrir como epidemia, además de que la procreación en inmadurez genera hijas de madres adolescentes que siguen sus pasos con preñez adelantada. Componentes del círculo de la pobreza inacabable.

Si alguna posición radical impone criterio contra la aceptación de excepciones en el Código Penal para salvar vidas de embarazadas en grave e indeseable situación de peligro, seguirá predominando la alta mortalidad por abortos aplicados al margen de la asistencia médica idónea y responsable. Muchas vidas van a seguir en elevado riesgo y apagándose. No solo de embriones. También de madres.

 

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