Con Merán, de país en país

Con Merán, de país en país

Yo no sé hasta dónde vamos a llegar, pero Merán, más que una persona, es un personaje. Lo demostró en el tiempo que estuvo junto a Luisín Jiménez en “Botando el Golpe”. Lo fue cuando nos sorprendió con un atípico festival “A cantar se ha dicho con Merán” que fue bien acogido por los ejecutivos del Bulevar de la 27 y que concitó la atención del público, los medios y sobre todo de ese caudal de talento artístico con que cuenta el país.

Después de dejarnos varios mensajes en nuestra oficina en los cuales se identificaba como el encargado de la imagen ¿o relacionista público? de la ciudad de Azua, se apersonó para entregarnos un disco compacto con sus canciones.

Pero, no solo eso. El disco estaba acompañado de una nota en la que da cuenta de que “el artista Julio Merán presenta esta propuesta musical “A cantar se ha dicho de país en país”. Es la historia de un dominicano que se marcha en busca de un mejor porvenir”.

Probablemente cuente su propia vida de inmigrante a Panamá a donde conoció el reconocimiento del público, la crítica y los medios”.

Se pasea por la bachata a través de la “Ajena” que compartieron Frank Reyes y Eddy Herrera.

De ahí se va para Puerto Rico donde conoció la combinación invencible de Tite Curet Alonzo y Rubén Blades.

Enamorado eterno de Héctor Lavoe, Julio Merán recuerda cuando salsea al cantante de los cantantes lo mismo cuando se declara “yo, soy el cantante, porque lo mío es cantar” como cuando se convierte en “Juanito Alimaña”.

Se va a Guatemala para traernos su versión según Merán de la buenísima historia del taxista de Ricardo Arjona.

De ahí Merán se va a México para convertirse como Marco Antonio Muñiz en “Esclavo y amo” de la buena lírica de Baca Flores. No deja a España y escoge de Camilo “Tarde o temprano” y osado como es canta de Lennon y McCartney “Yesterday” para finalmente confesar con su propia inspiración “Cómo extraño a mi tierra”.

Merán está aquí, ahí, a la espera de una oportunidad…

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