Hoy quería olvidar. Tras días de tanta agitación, pensé que sería oportuno dejar atrás los agobios de las últimas semanas y compartir unas líneas serenas, libres de acusaciones o palabras duras.
La mañana de ayer, sin embargo, volvió a vestirse de indignación. Servida por Tania Hidalgo en este mismo periódico, nos encontrábamos con la información de que nuestros 178 diputados cobraron sus salarios de este mes el día 14 y se adjudicaron un bono de RD$150,000 para la celebración del Día de las Madres en sus demarcaciones.Sorprende escuchar que los legisladores se adelanten el salario once días cuando tienen meses sin trabajar y perciben unos ingresos generosos: RD$175,000 de salario, RD$35,000 de gastos de representación, RD$45,000 de dietas, RD$87,000 de plan de ayuda y RD$50,000 de fondo social, lo que hace RD$392,000 mensuales.
Este mes, por aquello de que ellos agasajarían a las madres aunque el día de ellas no ha llegado, tenemos que los diputados cobraron RD$542,000, es decir, medio millón de pesos.
Al escuchar esto uno sabe por qué las elecciones se llenaron de papeletas y pataleos. Después de cobrarnos para invertir en la campaña, ¿quién se puede conformar con perder y marcharse a casa?
Quedar fuera del Congreso significa dejar de tener unos ingresos de lujo en un país en el que la mayoría gana una miseria. También es decir adiós a las exoneraciones millonarias (que los congresistas defienden a rabiar), así como a otros beneficios colaterales como el pago de celular o gasolina. ¡Quién como ellos!