Con más picante,los auténticos
tacos desembarcan en Pekín

Con más picante,los auténticos<br/>tacos desembarcan en Pekín

Como explicó Roberts, Pekín es tan sólo la puerta de entrada a otros mercados, como Filipinas o Japón, más fáciles de acometer que el vecino Estados Unidos, donde “para que uno entre, primero tiene que morir uno de los que está”

El olor de los tacos y las chilaquilas mexicanos aromatiza Pekín desde los fogones del primer restaurante que abre la taquería “El Fogoncito” en Asia, un proyecto “cien por cien mexicano” en capital y sabor.

“Esperamos abrir tres restaurantes en Pekín en menos de dos años, en una primera etapa, y cuando sintamos que están todas las bases, en los tres años siguientes, hasta 30 locales (también en la capital china)”, explicó a Efe el director de la empresa, Carlos Roberts, durante la inauguración del local.

Y entre los ingredientes para conseguirlo, la falta de competencia en un mercado, el chino, en el que los únicos restaurantes de comida “mexicana” pertenecen a cadenas estadounidenses que ofrecen su particular versión: el tex-mex.

“Los norteamericanos nos han ganado la partida. Han utilizado nuestras ideas y las han hecho a su manera. Por lo tanto es un momento de despertar”, subrayó por su parte a Efe Ari Kahan, vicepresidente del grupo.

Una apelación en la que coincidió el embajador mexicano, Sergio Ley López, quien insistió en que la comida mexicana que trae “El Fogoncito” está “alejado del tex-mex”, durante el que será uno de sus últimos actos en el cargo antes de jubilarse.

Se cambia los palillos por manos
“Necesitamos una operación de éxito que sea un ejemplo para que el resto de los mexicanos vengan a China”, alentó. Directivos y cocineros confiaron en que aparcar los palillos para degustar los tacos no será un problema para los chinos, en cuya gastronomía hay varios productos que requieren de las manos para ser engullidos.

“Parece increíble, pero cuando abrimos en Costa Rica, pusimos pantallas enseñando a la gente cómo comer los tacos porque ellos utilizaban el cuchillo y el tenedor”, recordó Roberts.

Para garantizar el éxito, los expertos del restaurante llevan meses investigando la mejor presentación de sus recetas para los comensales chinos. “Un poquito más de sal, un poquito más de picante”, explica el chef Roberto Ramírez, quien señala no obstante que casi todos los ingredientes llegan directamente de México aunque, eso sí, no se desprecia algún que otro tipo de chile chino.

“Calidez humana, sabor, estilo: todo nos lleva a Ciudad de México”, destacan José Padilla y Erik Méndez, que como todos los empleados trasladados a Pekín hicieron un curso de mandarín antes de aterrizar en la que será la próxima sede de los Juegos Olímpicos.

Y mientras tanto, el maestro taquero, Alberto Juárez, suda la gota gorda para preparar los originales tacos al pastor, ante la mirada atenta de sus dos atentos ayudantes chinos, que aprenden rápido el oficio.

“El mundo es de los atrevidos. Creo que lo que necesitamos es ser imitados por el resto del mundo. Porque el mundo se ha hecho chiquito y la única forma de hacerlo más pequeño es a través de la gastronomía. Además nos hace olvidar un poco las guerras”, afirmó un entusiasta Khan.

Y es que, como explicó Roberts, Pekín es tan sólo la puerta de entrada a otros mercados, como Filipinas o Japón, más fáciles de acometer que el vecino Estados Unidos, donde “para que uno entre, primero tiene que morir uno de los que está”.
EFE-Reportajes

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