Con ojos puestos sobre la deuda

Con ojos puestos sobre la deuda

Está en su máxima expresión el interés de la ciudadanía por el uso racional, eficiente, de los recursos públicos y que de ella provienen por pago de impuestos que sustentan programas de   obras públicas o  para sufragar las deudas al respecto. Representantes de amplios sectores aceptan como conveniente o inevitable que el Estado reciba préstamos  excepcionales y que la nación comprometa todavía más sus ingresos futuros, lo que impondría constreñimientos a la disponiblidad presupuestal si no cuidamos la forma de gastar esos fondos. Menos dinero después para atender necesidades.

La transparencia, que en ocasiones es más cacareo y apariencia que  realidad, debería servir para que el pueblo vaya enterándose de que cada inversión o gasto que el gobierno emprenda se traducirá, o al menos contribuiría, a la mejoría del sistema eléctrico, del transporte, del riego agrícola de la educación y la salud de la población económicamente activa y sus dependientes, del funcionamiento de las industrias y servicios esenciales y del mercadeo rentable para productores y consumidores. De los ámbitos  del país que directa o indirectamente contribuyan a un provechoso crecimiento del Producto Interno Bruto. La conciencia del país está alerta contra el gasto que solo acreciente empleos improductivos o procure relumbrón para respaldar proyectos partidarios.

Hacer sonar las alarmas

En materia de dengue, la desidia y falta de sentido práctico de algunos médicos podrían estar  contribuyendo a que la enfermedad  persista y tenga efectos mortales. Es prevenible y curable en casi un ciento por ciento pero con  saneamientos, diagnósticos oportunos y atención diligente. Es imprescindible que el ciudadano común esté atento a los síntomas y corra, literalmente, a la consulta si es necesario. Las organizaciones médicas y dirigentes del sector salud deben motivar a sus miembros a mantener  estricto apego  a sus protocolos.

Urge que la Secretaría de Salud multiplique las orientaciones sobre eliminar  criaderos de mosquitos  y reforzar las actitudes de alerta de la ciudadanía en relación a este quebranto; y debe insistir en  que la información y  las estadísticas  veraces de casos fluyan libremente y se divulguen con énfasis para dar a conocer su real  gravedad. Para que la gente se cuide más del dengue es necesario que le tema más.

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