Mi amigo Ínigo Montoya me envía una felicitación navideña que debo compartir con ustedes. “Feliz Navidad”, comienza. Pero luego dedica la misiva a comentar mi reciente artículo “Carta a un amigo en apuros”, del pasado viernes 5. “¿Cómo puede usted caer en la lastimosa delusión de creer que consejos no solicitados sean bien recibidos?”, me reconviene.“Le remito las recomendaciones que debió usted publicar, más acordes al carácter de los políticos de su pobre país:

“1ro. Aprovechar la presencia de la flota soviética en el Caribe, para invitarla a una visita al puerto de Santo Domingo, para demostrarle al mundo que los dominicanos son braguetudos.

“2do. Obligar a las administradoras de fondos de pensiones a adquirir “bonos de electrificación nacional” a ser emitidos por la CDEEE, o por la Secretaría de Hacienda para salvar el detallito de la tenue personería jurídica de esa corporación, por valor de RD$35,000 millones, al interés que sea necesario, para continuar aplicando las mismas ‘soluciones’ y darle una lección al sector privado sobre cómo se hacen las cosas… “3ro. Remenear el gabinete. Hubieres como jefe del Metro; Waldo como secretario de Salud; Almeida a la Cancillería; el “Chato” al Banco Central; Felucho a Interior y Policía; Florentino de embajador en Washington. Además, nombrar otros cien o doscientos sub-secretarios de Estado inorgánicos, porque los que hay no alcanzan para tantos problemas.

“4to. Nacionalizar todas las telefónicas. Así se cerrará la brecha digital. Un servicio estratégico no puede estar en manos privadas, sobre todo si la mayor empresa del ramo comoquiera trata a sus clientes como si la compañía fuera de CORDE.

“5to. Prohibir la importación de quesos, champagne, licores, perfumes, ropa hecha, zapatos; todo lo fino. Ustedes consumen mucho. Como no quieren exportar más, pues importen menos.

“6to. Decretar la enseñanza obligatoria del mandarín, el portugués y el árabe en todas las escuelas. El imperio gringo se derrumba; hay que ver más allá de la curva. Como no hay cuartos, que se eliminen materias inútiles, como la ética, la historia o las ciencias naturales.

“7mo. Prohibir la gasolina. Que todos usen GLP, con o sin subsidio. Conviene más, mucho más….”.

No sé si Montoya se burla de mí, o si la carta es una falsificación que me envían los perredeístas para agravar el desencanto. Aún si fuera apócrifa, ¡qué jaqueca me dio!