Con pulso de cirujano

Con pulso de cirujano

La reacción hostil de grupos haitianos durante el intento de sepultar en el cementerio de Juana Méndez los cuerpos de 25 de sus compatriotas indocumentados que murieron asfixiados del lado dominicano dentro de un camión cerrado, es el más reciente de una cadena de sucesos que aconsejan que el Gobierno de la República Dominicana maneje con pulso de cirujano sus relaciones con Haití.

Este hecho grave, que el país lamenta profundamente, es la consecuencia de las acciones delictivas de grupos que trafican con indocumentados y el descuido cómplice de quienes deben vigilar la frontera. No hay en todo esto nada que corresponda a la voluntad del Gobierno dominicano.

Sin embargo, durante la hostilidad contra los soldados de Minustah, grupos enardecidos lanzaban consignas contra la República Dominicana y su Gobierno, a pesar de que las autoridades de este país se han esforzado por esclarecer los hechos y que sean sancionados los culpables.

Hay grupos que mantienen una actitud realmente hostil contra la República Dominicana, a pesar de que los distintos gobiernos de este país siempre han abogado en los foros internacionales porque se brinde a Haití una intensa cooperación internacional que le permita organizarse como Estado y atenuar los graves problemas sociales y económicos que le aquejan y que son el motor de la descontrolada emigración hacia territorio dominicano.

-II-

Las hostilidades desencadenadas en Juana Méndez vienen a producirse exactamente un mes después que violentos incidentes provocados frente al Palacio Nacional de Puerto Príncipe obligaran a acortar la estada del Presidente Leonel Fernández, quien acudió allí en gesto de buena voluntad, para tratar asuntos de interés común.

Con mucha intensidad, emisoras haitianas han estado exacerbando los ánimos, difundiendo la versión de que los 25 haitianos fueron muertos a tiros, no asfixiados en el interior de un camión.

Al cónsul haitiano en Dajabón, Maky Roberts, le fue incendiada la vivienda de sus familiares en Juana Méndez, cuando trató de explicarle a un grupo de manifestantes que sus compatriotas no habían sido asesinados por autoridades dominicanas, como se ha estado diciendo.

Imbuidos en la creencia de que sus compatriotas habrían sido asesinados por autoridades dominicanas, lo habitantes de Juana Méndez se han lanzado a una huelga por tiempo indeterminado para reclamar justicia.

Haití, en las circunstancias actuales, no cuenta con un Gobierno que pueda controlar la situación de inestabilidad interna y mucho menos para negociar con el Gobierno dominicano asuntos bilaterales de mucha importancia, como sería una política migratoria que permita controlar el tráfico de indocumentados hacia el lado dominicano.

Los hechos aconsejan que el Gobierno maneje con pulso de cirujano esta situación, sin renunciar a su derecho soberano de controlar la inmigración extranjera y evitando eventuales brotes de fanatismo a este lado de la frontera, en respuesta a las hostilidades azuzadas desde «aquel lado».

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