¿Con quién me quedo?

¿Con quién me quedo?

La fantasía de los hijos, sin importar la edad, es ver a sus padres juntos para siempre. Para cualquier ser humano representa un trauma dejar de ver a sus progenitores unidos como una sola persona. Del modo que sea, el fin del matrimonio de los padres siempre supone un preocupaciones  para los hijos.

Dependiendo de la edad y de la forma en que lo enfrenten los adultos, los niños pueden tener menos secuelas y después de un proceso comprender la situación. Lo fundamental para que los niños manejen la situación de modo saludable es mantener comunicación y nunca faltar a la verdad.

Al referirse al tema, la doctora Ana Simó indicó que  a pesar de que sea un divorcio amigable, los hijos siempre  esperan que sus padres sigan juntos  y por eso cuando se ejecuta el divorcio,  pueden sentirse culpables, responsables y muchas veces comienzan a cambiar de conducta para buscar que sus padres sigan juntos.

Simó dijo que los niños pueden cambiar desde su rutina de higiene hasta su rendimiento académico. Otros se enferman o presentan conductas disfuncionales, como rebeldía y retraimiento.

En estos tiempos, aproximadamente uno de cada dos matrimonios termina en divorcio y la mayoría de las parejas divorciadas tienen niños.

Preocupación
Los padres que se están divorciando a menudo se preocupan acerca del efecto que el divorcio tendrá en sus hijos. En la gran mayoría de los casos los padres no quieren herir sus hijos,  sin embargo no siempre saben cómo comportarse para evitarlo. Sobre esto la doctora Simó dijo que lo ideal es  nunca involucrarlos  en el proceso, es decir, que  no deben utilizar para contarles lo que el otro está haciendo o dejando de hacer.

¿Cómo cambia la vida de un niño/niña tras un divorcio?  “Todo dependerá de cómo los padres se comprometan a la felicidad y estabilidad de sus hijos en este proceso, ya que muchas veces, los resentimientos, la rabia, el verse solteros de nuevo y en este caso debo referirme más al padre, que es quien comúnmente sale de la casa, deben mantener el contacto físico y afectivo con sus hijos.

Simó recomienda que les cuente a los niños en el momento que ambos crean conveniente y sin culparse uno a otro. Menos  cuando en el proceso se estén tratando la infidelidad. 

El especialista

Ana simó

vidayfamilia_01@yahoo.co

Recomendaciones

En términos sociológicos siempre es bueno para un niño estar al lado de sus padres, la imagen masculina y femenina lo ayudará a manejarse en el futuro con las personas.

Recomendó además que al decidir divorciarse, es bueno que ambos se sienten a conversar con los hijos, y se explique que de ahora en adelante papi estará en otra casa, pero lo  verán siempre. No permita que los hijos duerman en la cama matrimonial. No hablar mal uno del otro.

Zoom

Menos sufrimiento

Para el niño
Hay que intentar, desde el primer momento, evitar los dramas innecesarios y pensar en decírselo a los hijos de la mejor manera posible. Pero, ¿quién debe hacerlo? Lo ideal es que sean ambos progenitores al mismo tiempo. Con tranquilidad, sin lloriqueos ni victimismos; si los niños ven a sus padres seguros de la decisión todo irá mejor.

La verdad ante todo

Mantener un matrimonio a la fuerza no es raro en nuestra sociedad; lamentablemente, muchos son los niños que crecen engañados sobre la realidad que se vive en la habitación de sus padres. Al respecto, la especialista en temas de parejas y familias Ana Simó dijo: “Partiendo de  mi experiencia terapéutica puedo asegurarte que es más dañino permanecer en un matrimonio por estas razones, ya que le estamos enseñando eso a nuestros hijos.

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