Con S o con C

Con S o con C

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida  (SIDA) ha pasado por etapas de resonancia máxima hasta el “casi olvido”.

Ocasionalmente algunas organizaciones, gubernamentales o no, retoman el tema en busca de fondos que prometen aportar habituales recaudadores de dinero a expensas de las desgracias humanas, no importa qué tan rojas, verdes o azules sean las cruces.

Lo cierto es que esta enfermedad sigue con una importante tasa de mortalidad.

En principio, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) hizo estragos en la población de homosexuales y parecía que  adquirían la enfermedad básicamente por el tipo de contacto sexual. Lo de “retrovirus” fue una coincidencia topográfica, pues esa denominación, que implica una ubicación posterior o trasera, fue adoptada a principio de los años 70 luego de los trabajos del doctor Gallo y otros,  mucho antes de que se produjera la alarma internacional por los efectos de la enfermedad.

A pesar de lo anterior, deseo comentar una anécdota que escuché al principio de la aparición del síndrome: Un amigo preguntó a un homosexual si no había pensado en reorientar sus  preferencias sexuales con la aparición del VIH-SIDA, a lo que este contestó que por el momento no lo haría; el amigo volvió a preguntar, pero ¿hasta cuándo? y él le respondió “hasta que me decida”…. Preguntando el amigo nuevamente: ¿Con S de SIDA o con C de decidir?  La respuesta fue contundente: No me importa; ni siquiera sé con cuál letra es que el virus mata. Todavía muchas personas están muriendo con el SIDA; lo lamentable es que si los medios de comunicación no resaltan ese detalle, se abandonan los esfuerzos para encontrar una vacuna efectiva. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas