Con salvas no

Con salvas no

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
En la primera mitad de la década de 1940 recuerdo que papá preparaba su munición, sus detonantes y armaba los cartuchos con los cuales salía a cazar con Antonio (Tonito) Morales Piantini, don Linero Nolasco, Máximo (El Curita) Zorrilla González y otros amigos. Me enseñó que hay tiros de verdad y disparos de salva. Ya sabía de qué se trataba cuando escuchaba los cañonazos de las salvas disparados para las grandes fiestas patrias con el objetivo de celebrar, de llamar la atención.

El ingeniero Hipólito Mejía ganó la Presidencia de la República, entre otras cosas, porque decía tener 20 ó 30 expedientes que demostraban la corrupción de importantes funcionarios de la administración del doctor Leonel Fernández entre los años 1996 y 2000, los cuales se esperaba fueran sometidos a la justicia.

Parece que el ingeniero Mejía no tenía los documentos probatorios de la corrupción de funcionarios del gobierno del doctor Fernández o que, por una extraña y no explicada decisión, no los envió a la Procuraduría General de la República, y los dos funcionarios que ocuparon esa posición tampoco tuvieron acceso a los mismos.

Hacer una historia de la corrupción no es el caso. Lo importante ahora es que se diga la verdad, se sometan los expedientes a la justicia y si hay razones, que sean enjuiciados los que robaron al erario.

Ahora hay una campaña muy bien montada, con gran eco en los medios de comunicación y con activistas de nuevo cuño (lo que no los descalifica) de la lucha anticorrupción.

¡Qué bueno! Ojalá que el gobierno, las autoridades judiciales y las del Partido de la Liberación Dominicana se decidan a dejar de lado cualquier tipo de consideración, que no sea la moral, y envíen a la justicia los casos de corrupción, entre otros los contenidos en las auditorías de las que habló el licenciado Danilo Medina.

Ojalá que al gobierno del doctor Fernández no le ocurra lo que al pelotero que teniendo cuerpo, vista, fuerza, disposición y buen deseo de batear jonrones, sacaba el bate con lentitud, cuando ya la bola estaba en la trocha del receptor. Si en verdad hay esos expedientes, el país agradecería que se enviaran a la autoridad judicial correspondiente para su investigación y sometimiento a los tribunales, si procede la persecución judicial.

No es cuestión de tiempo y oportunidad, como dice el amigo doctor Reinaldo Pared Pérez, quien alienta la persecución por razones políticas, para que el Partido de la Liberación Dominicana aplaste y elimine al Partido Revolucionario Dominicano en las elecciones del 2006 y 2008. Así no. Eso indica, deja ver, permite pensar que hay una persecución política montada.

Lo que ansía el país es que sean enjuiciados todos los corruptos y todos los corruptores, porque detrás de cada corrupto hay uno o más corruptores y como no tengo culpables ni inocentes favoritos les digo: carguen bien los cartuchos, con municiones de las más gruesas, carguen bien los cañones y llévense la cabeza de los ladrones del gobierno pasado y del gobierno pasado del doctor Fernández y de los últimos años de gobierno del doctor Balaguer; enjuiciemos también a quienes los corrompieron. Después de tanto batir la paja en la prensa, que se vaya al grano. Ya está bueno de hablar tantas tonterías.

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