La administración de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) parece tenerlas todas a su favor para sanear el sector eléctrico, que tantos traspiés ha dado. La primera señal en este sentido es la designación del empresario Celso Marranzini precisamente en momentos en que se constituyó en el más fuerte crítico de la gestión de su antecesor. A eso sumemos la bendición de la parte del empresariado que compone el Consejo Nacional de la Empresa Privada. Y aunque los despidos resultan de personal no son agradables, entidades como  Participación Ciudadana les han dado el visto bueno como parte de una política de saneamiento.

Otro ingrediente a favor es que la distribución de energía está totalmente en manos del Estado, después de que adquiriera, primero a Edenorte y Edesur, y posteriormente a Ede-Este. Esto significa que la CDEEE no sólo regentea la generación hidroeléctrica, sino también la distribución general. Esto, aparentemente, mejora la  posición del Estado ante los generadores. Parece haber suficiente base de apoyo para renegociar contratos  en términos más justos y razonables y para ejercer la presión de las cobranzas  sobre  poderosos que son los mayores y escurridizos evasores. En fin, la actual administración de la CDEEE tiene todos los puntos a su favor para realizar un verdadero saneamiento del sector. Que no falte, pues, la voluntad.

Y mucha falta que nos hace

Una proporción muy alta de los percances del tránsito tienen  sus raíces en la falta de educación de la mayoría de los conductores. El manejo ofensivo es una de las características que identifica esta conducta. El afán por ir delante de los demás, por cruzar primero, por rebasar donde no se debe, por ignorar el riesgo propio y ajeno, es  fruto de la falta de educación que provoca un comportamiento agresivo, temerario.

Si la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) ha decidido cambiar la represión por la educación, probablemente entremos en una etapa importante en el tratamiento  del comportamiento  irreverente de muchos conductores. El director de este organismo oficial, general Rafael Oscar Bencosme Candelier, ha anunciado este cambio de actitud. Le vendría muy bien a este país que se enseñe a los conductores a respetar reglas y deberes en el tránsito. Esto, claro está, sin menoscabo de las sanciones que ordena la ley de tránsito.