– Fue un día especial para el presidente del PRD, como acertadamente lo describió el titular de primera plana de ayer de este periódico. Y es que no todos los días un político de la categoría del ingeniero Miguel Vargas Maldonado puede darse el lujo de tener una jornada tan productiva como la que le tocó vivir el pasado domingo. La Convención Nacional de Delegados, convocada para ratificar los resultados de la XXX Convención Nacional Noé Suberví Espinosa y proclamar a las autoridades electas en ese proceso, no solo lo ratificó como presidente reelecto del partido blanco sino que lo escogió, tras previamente modificar los estatutos generales de la organización, candidato presidencial para las elecciones del 2016. Vargas Maldonado también recibió poderes de la Asamblea para decidir quién será su compañero de boleta en la Vicepresidencia, para formalizar alianzas electorales con otras organizaciones políticas si así lo cree necesario, para completar la matrícula del Comité Ejecutivo Nacional a su mejor conveniencia, y delegar en la Comisión Política del Comité Ejecutivo Nacional la fecha del acto de proclamación a la candidatura presidencial. No hay dudas de que aquí cabe como anillo al dedo la expresión que dice “que quien quiera mas de ahí es un gandío”, pero la verdad es que nunca se sabe con Vargas Maldonado, quien precisamente por ser tan gandío no quiso arriesgarse a que fueran los perredeístas con su voto directo, en una convención democrática, los que decidieran a quién quieren como candidato presidencial.