MIAMI, (AFP) – Con la visa religiosa en mano, más de 800 peregrinos parten desde Miami este fin de semana a Cuba para asistir a las actividades que el papa Benedicto XVI realizará en la isla la próxima semana, pero antes de abordar el avión evitan hablar de política.

El Papa estará en Cuba entre el 26 y el 28 de marzo, luego de su visita a México, y la Archidiócesis de Miami organizó paquetes de cuatro días con todo incluido por unos 2.100 dólares que compraron 320 fieles católicos a través de una agencia de viajes autorizada.

Los viajeros «son de muchas nacionalidades y de muchos estados del país, y también muchos son cubanos, por supuesto», dijo a la AFP Vivian Mannerud, presidenta de Airline Brokers Company, la agencia autorizada del departamento del Tesoro estadounidense para realizar vuelos chárter a Cuba.

 Estos vuelos oficiales de la Arquidiócesis de Miami pautados tras la peregrinación organizada por el arzobispo de Miami, Thomas Wensky, empezarán a salir el sábado desde Fort Lauderdale (noreste de Miami) y continuarán el 25, 26 y el 27 desde Miami.

Otros 500 católicos prepararon sus viajes con otras agencias autorizadas a volar a Cuba, entre ellas Marazul, donde sus encargados se limitaron a indicar que «estaban muy ocupados con todos los preparativos de los viajeros para la visita del Papa».

En la capital del exilio cubano, los implicados directos en estos viajes, como agentes de viajes e incluso portavoces de la Iglesia católica, han sido muy discretos en ofrecer información sobre estos chárter y los peregrinos tampoco quisieron hacer declaraciones.

 «Creemos que esta peregrinación es sumamente positiva porque se trata de demostrar que la fé une a un pueblo dividido», dijo a la AFP el sacerdote cubano, Juan Rumin Domínguez, rector de la Ermita de la Caridad y portavoz de la Archidiócesis de Miami.

Según Domínguez, «han pasado 50 años de intentos para sembrar el ateísmo y hoy sin embargo la Iglesia católica nos une, esta segunda visita papal nos da la oportunidad de juntarnos como hermanos y de unirnos hacia el futuro», agregó. Pero el Partido comunista de Cuba afirmó el miércoles que existen intentos de opositores cubanos de «politizar» la visita del papa Benedicto XVI con «actos de provocación» organizados y financiados «por organizaciones de la mafia anticubana de Miami».

Según el diario Gramma, entre esas «provocaciones», se pretende que disidentes cubanos «se inserten como feligreses en diferentes iglesias a fin de participar en las misas y crear desórdenes que llamen la atención de la prensa internacional».

 Los portavoces oficiales de las partes involucradas directamente en estos viajes no respondieron a estas declaraciones desde La Habana, pero una peregrina de origen cubano accedió a declarar brevemente.

«La mayoría de la gente que conozco que va, lo hace como yo, con la emoción de participar en la celebración a nuestra virgen de la Caridad del Cobre, escuchar al Papa y por supuesto la intriga de conocer la tierra de mis padres, o como otros amigos, que quieren ver la isla después de 50, 40, 20 años sin ir», dijo Eloísa, una mujer que dio un nombre ficticio para declarar. La oficina de intereses de La Habana en Washington no respondió a las preguntas sobre cuántas solicitudes de visas recibieron de pasajeros provenientes de Estados Unidos pero según la Arquidiócesis rechazaron solo «tres o cuatro de eventuales peregrinos», indicó al diario The Miami Herald.

Colchones papales sin bloqueo.  Dos colchones de una conocida tienda de muebles de Miami donados para las primeras noches en Cuba del papa Benedicto XVI, de 84 años, también viajarán en los vuelos preparados por la agencia Airline Brokers Company, indicó una portavoz de la empresa. Sin embargo el donante de estos colchones no quiso declarar sobre el tema debido al asedio de la prensa después de que a mediados de marzo medios locales divulgaran que Keith Koenig, un católico practicante de Miami, presidente de la empresa City Furniture, donó las dos piezas para el descanso papal.

Koenig habría sido contactado por la Arquidiócesis de Miami para comprar un buen colchón para el Papa para su estadía en Santiago de Cuba, provincia a 900 km al este de La Habana donde llegará el líder católico el lunes, pero el ejecutivo decidió donarlo. «Mis mattresses (colchones) no son vendidos en la isla, pero la oportunidad de ver al Papa es única», dijo Koenig citado por Univisión Radio de Miami y agregó: «Quizás algún día en el futuro City Furniture y Cuba puedan estar juntos, ¿quién sabe?».