Con yuca

Con yuca

Pocas cosas se aprovechan tanto en la cocina como la yuca, un versátil alimento que se deja preparar de infinitas maneras, siempre con un exquisito sabor y gran poder saciante.

La yuca no conoce de horas ni ocasiones, pues tanto puede ser parte del desayuno, como un antojito para el almuerzo, una rica merienda o una nutritiva cena. Y de la misma manera que puede ser parte de una comida modesta del día a día, sabe colarse en el menú para celebraciones especiales.

Quienes  cocinan se sienten agradecidos desde el momento en que la  pelan, por   la facilidad con que se quita su cáscara, lo que agiliza bastante el proceso de preparación.

Cómo la saboreamos.  Hervida, en su receta más común, ya es de por sí muy rica y sólo necesita el toque adecuado de sal y abundante agua para cocer.

De ahí, con la yuca ya salcochada, se puede partir para hacer diferentes recetas. Una de ellas es la de bollitos de yuca, que comúnmente encontramos rellenos de queso, pero también se hacen con relleno de carne de res o pollo o de lo que su imaginación le sugiera en cuanto al relleno que mejor combine.

Si hubo sobrante de la yuca hervida, no se preocupe, no se echa a perder. Puede cortar en tajadas, echarlas a freír y servir como aperitivo, merienda  o como al paladar se le ocurra.

Si la ocasión es de fiesta también puede preparar un pastelón.

Para esta receta se recomienda usar yuca que ablande bien y le permita hacer puré fácilmente. Entre capas de puré de yuca colocará distintos rellenos de su preferencia. Bien puede ser carne de res o pollo que  cocine a su gusto, con queso solo o combinándolo también con la carne y otros vegetales.  Al salir del horno, será  tan agradable al gusto como a la vista.

De la herencia taína nos quedó la costumbre de guayar la yuca, ¡y no sólo para preparar casabe!  La consistente masa de  yuca rallada sirve  para preparar esas riquísimas arepitas a las que nadie se resiste y que caen como una agradable sorpresa a la hora de almorzar.

La versión más sencilla de los bollitos se hace con yuca rallada. De forma alargada y sin relleno, los “chulitos” son otra de esas recetas que hacen la boca agua a cualquiera y que puede encontrar de venta en cualquier esquina de la ciudad. Algunos le agregan sabor añadiendo granitos de anís, mientras otros  sazonan la masa con diferentes condimentos.

Las empanaditas de yuca, mejor conocidas como catibías, no se pueden quedar. Pararse en una esquina y ordenar una de esas coloridas y deliciosas empanadas es una tradición muy criolla. 

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