El Consejo Nacional de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (Conacerd) y el Sindicato de Trabajadores de la Phillip Morris Dominicana demandaron de las autoridades detener el contrabando de cigarrillos.

En ruedas de prensa separadas, ambas entidades coincidieron en señalar el daño que provoca el contrabando de cigarrillos que ha ido creciendo en los últimos años en el país.

El secretario general del gremio, Radhamés Ventura, dijo que el contrabando está poniendo en peligro la estabilidad de los 475 empleados que laboran en Phillip Morris.

Señaló que los empleados viven en la zozobra pensando en qué día la empresa decidirá que su situación es insostenible.

Expresó que el contrabando provoca una baja producción en una empresa que cumple con las leyes laborales y fiscales del país.

En tanto, el presidente de Conacerd, Antonio Cruz Rojas, responsabilizó a la Dirección General de Aduanas del contrabando de cigarrillos en el país, porque tiene los mecanismos y los controles para enfrentar ese mal.

Dijo que el contrabando de cigarrillos empezó en el 2009 desde Haití y que en el 2013 el contrabando llegó de Haití, China, la India, Paraguay y Panamá.

Se quejó de que existen pocos controles fronterizos, pocas sanciones, falta de acciones legales, elevada permisividad y falta de controles fiscales.

Cree que Aduanas tiene en sus manos el poder para frenar el contrabando y abogó porque se apliquen sanciones a los países contrabandistas, así como declarar el contrabando como un delito grave

Dijo que el contrabando de cigarrillos en el país pasó de 0.4% en el 2009 a 15% en agosto pasado.