KEDMAY T. KLINGER BALMASEDA 
Sin temor a equivocarme, en todos mis años de experiencia laboral en las diferentes áreas de la psicología, una de las que más me ha apasionado, es la de Recursos Humanos. Pero sólo el que la ha vivido en carne propia, es que puede saber lo difícil y delicado de todo lo que arropa.
La razón de ser de un área de Recursos Humanos consiste en elementos fundamentales como: atraer, seleccionar y retener a las personas idóneas para cada puesto requerido; velar por que se logre una motivación constante para que cada persona realice lo que mejor sabe hacer y de la manera más eficiente y oportuna dentro de la organización; y alinear esos intereses de cada persona con los objetivos de negocio de la organización, fomentando así el sentido de pertenencia.
¿Y concatenar todos esos elementos es fácil? Pues les aseguro que no, la principal cabeza de la organización debe estar lo suficientemente concientizado de la responsabilidad con la que carga esa área, y entienda que las personas que componen la fuerza de trabajo de su empresa son el recurso más importante, por lo que resulta absolutamente necesario , estimularlo, capacitarlo y promoverlo desde que sea posible, reconociendo así la eficiencia de la mente humana y aceptando que el verdadero éxito de una organización pasa siempre por el hecho de que se tomen las decisiones humanas más adecuadas en cada momento.
El departamento de recursos humanos es vital que se encuentre siempre en cualquier organización bien estructurado, manteniendo los parámetros establecidos para el rendimiento laboral, logrando dentro del mismo departamento la motivación y la preparación necesaria para transmitírsela al resto de la organización y así mismo lograr los objetivos propuestos.
Aunque las empresas, intenten alcanzar la excelencia y se esfuercen para que día a día los trabajadores gocen de un ambiente laboral acogedor y proclive a la eficiencia, es inevitable que en ocasiones se refleje que las situaciones no sean las óptimas y tengamos que enfrentarnos con escenarios negativos que presenten un problema para buen desarrollo del área. Principalmente, la existencia de problemáticas de clima laboral y pobre gestión pueden resentirse notoriamente entre los colaboradores, que a veces parecen simples, pero que pueden acarrear graves consecuencias en el desenvolvimiento de la institución desde el punto de vista empresarial. Tales como:
– Mal ambiente laboral: mala comunicación interna, mala organización y desmotivación entre los empleados, y un mal clima laboral representa la problemática número uno en la mayoría de las organizaciones.
– Rotación y ausentismo: al no contar con una buena gestión que asigne las tareas de manera equitativa, la dinámica de rotación se vuelve fuente de conflicto, desboca incluso en niveles significativos de ausentismo entre los trabajadores.
– Malos procesos administrativos: mala administración que no facilita los procesos de manera eficaz y equitativa.
Siempre he dicho, que solo cuando la organización asume que lo mejor que tiene es su personal, y empieza a impulsar la carreta en pos de conseguir que sea ese recurso la base de su éxito, es que entonces pudiéramos hablar de excelencia. Así que involúcrese con ellos, comuníquese con ellos, escúchelos y dejemos que los expertos de recursos humanos hagan su trabajo, recuerde que no todo es dinero, hay cosas que no tiene precio, y trabajar feliz y armoniosamente haciendo bien lo que te gusta es una de ellas, en definitiva, es para alcanzar más que nada, esos objetivos institucionales que se desean y que sólo por el trabajo de ellos es que se alcanzarán.
