Cuando en el país se habla de propiedad y pluralidad en los medios de comunicación lo primero que subyace es la concentración en pocas manos, tal como se plantea en el Análisis del Desarrollo Mediático en la República Dominicana.
En ese estudio se advierte que la falta de políticas estatales claras que promuevan la pluralidad ha provocado que el mercado sea el que determine el comportamiento de los medios de comunicación.
En el informe, patrocinado por la Unesco y el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), se plantea que aunque la Constitución prohíbe los monopolios, salvo en provecho del Estado, ese mandato no ha tenido efectos positivos en la propiedad de los periódicos, canales de televisión, emisoras de radio y diarios digitales.
“Los testimonios y los datos recogidos en esta investigación indican que en el país no se ejecutan las medidas necesarias para la implementación y monitoreo de las escasas disposiciones antimonopolio existentes en el ámbito de la comunicación pública.
“Lo que se observa es una tendencia hacia la oligopolización de la propiedad de medios de comunicación, con la presencia de al menos dos grupos”.
En el estudio se citan dos grupos mediáticos considerados como los de mayor relevancia en el país: el Grupo de Comunicaciones Corripio y el Grupo Telemicro.
Del Grupo Corripio forman parte Telesistema, Teleantillas, Coral, los periódicos HOY, El Día, El Nacional y el Listín Diario y las emisoras de radio HIJB y La Nota Diferente.
Telemicro es propietario de una red de 73 emisoras de radio, cinco canales de televisión y una compañía de televisión por cable.
En el país hay otros 17 grupos mediáticos, con al menos cinco medios cada uno, y entre esos uno de los que tiene mayor influencia es Multimedios El Caribe, que tiene un periódico matutino, dos canales de televisión y dos emisoras de radio.
Esa composición de las empresas de comunicación representa un peligro para la pluralidad, en el contexto de sus vínculos con áreas estratégicas de la economía, según se advierte en el informe.
Otro elemento que se destaca es la participación de políticos en calidad de propietarios o inversionistas de medios.