Concepto y desarrollo del seguro de vida

Concepto y desarrollo del seguro de vida

El Seguro de Vida es un contrato suscrito por dos partes: el contratante o dueño de la póliza y el asegurador o compañía de Seguros.

El contratante o dueño de la póliza se compromete a pagar la prima y el asegurador o compañía de seguros, a cambio, se compromete a pagar la suma asegurada, a las personas designadas en el contrato como beneficiarios, en caso de que ocurran los eventos o riesgos cubiertos, sobre una persona determinada, el asegurado, durante el plazo del contrato.[tend]

La idea de pagar a la familia una cantidad de dinero que le permitiera sufragar en algo los gastos originados por el fallecimiento de uno de sus miembros mediante la contribución económica de un grupo de personas, se concibió y se ha practicado desde hace mucho tiempo.

En la antigua Grecia algunas personas pagaban una indemnización al amigo o vecino que perdía un esclavo, como un gesto de solidaridad frente al infortunio. Los miembros de la comunidad contribuían de esa manera a disminuir los efectos de un acontecimiento que se consideraba una desgracia. La contribución era acordada previamente.

Algo semejante ocurrió después en la antigua Roma donde aparecieron sociedades fraternales y de beneficencia cuya función principal consistía en pagar indemnizaciones a la familia cuando ocurría la muerte de uno de sus miembros. Estas organizaciones estaban integradas por esclavos y hombres libres pobres.

La solidaridad que existió entre éstas personas y el hecho de que el infortunio de uno era menguado con la contribución de muchos, son características que perduran en el Seguro de Vida de nuestros días: muchos asegurados contribuyen con su prima para que la compañía aseguradora pague las reclamaciones por muerte.

Durante la edad media en que el desarrollo de las ciencias estuvo frenado por el oscurantismo, la Iglesia Católica apoya la organización de gremios que prodigaban ayuda espiritual a los enfermos asumiendo el pago de los gastos de sus funerales en caso de muerte.

El desarrollo de las ciencias, especialmente en el área de las matemáticas y las estadísticas, determinaron las bases del seguro científico.

La ley de los grandes números y el surgimiento de los primeros datos sobre la mortalidad impulsaron vigorosamente el seguro. Las condiciones fueron apropiadas para su expansión en Inglaterra y los países Bajos, naciones con gran actividad marítima. El ambiente favoreció la suscripción de contratos que garantizaban el pago de una suma de dinero por muerte, a cambio de una contribución del viajero o suscriptor del convenio, particularmente en Inglaterra. Muchas veces esas contrataciones eran especulativas, permitiendo en algunos casos, que personas inescrupulosas se beneficiaran económicamente con la muerte de otras con las que no tenían parentesco o nexo alguno.

Hacia finales del siglo XVI aparecieron las primeras pólizas de vida suscritas por comisionistas que se reunían en Londres, virtual centro de las contrataciones. En Holanda, se establecieron las bases científicas del Seguro de Vida como consecuencia de su afición a las rentas vitalicias que son operaciones dependientes de la vida del hombre.

A mediados del siglo XVII, los holandeses ya podían calcular el valor de las rentas concertadas y realizaban los primeros ensayos de construcción de Tablas de Mortalidad. Esto fue posible por la valiosa información que les proporcionaban los registros oficiales. Sin embargo, fue el Ingles, Edmundo Halley quien estructura científicamente la primera tabla de mortalidad en 1693.

Al comienzo, el Asegurador fue una persona física, o varias, pero con el tiempo aparecieron Sociedades que explotaban exclusivamente esa actividad. Las primeras sociedades constituidas para la explotación del Seguro de Vida en forma científica empezaron a funcionar en Inglaterra en 1756, en Francia en 1787 y en Alemania en 1827.

Por esos años, cuando alguien se aseguraba, era sometido a la observación de los suscriptores quienes, guiados por las apariencias o por la opinión de uno de sus miembros, emitían su aceptación o rechazo del riesgo. Este procedimiento cambió sustancialmente con la introducción del examen médico y con la aparición de los exámenes de laboratorio.

La industrialización y el desarrollo sindical condujeron al surgimiento de los Seguros Colectivos cuya metodología imprimió un efecto multiplicador a la capacidad de penetración de las aseguradoras.

En el siglo pasado, a mediados de la década del 70, dos circunstancias excepcionales motivaron una transformación sustancial en el desarrollo del Seguro de Vida.

I)La gran diferencia existente entre las tasas de interés que daban las compañías aseguradoras y la que se lograba a través de los bancos y otras instituciones. Esta brecha fue propiciada por la experiencia inflacionaria mundial que ocasiono el embargo del petróleo, materia vital para el desarrollo de los países y su rápido encarecimiento.

II) La incorporación triunfal de las computadoras que permitieron a las aseguradoras el desarrollo de planes ágiles.

En su lucha por la captación de recursos económicos, los aseguradores crearon el Seguro de Vida de Prima Variable, conocido comúnmente como Vida Universal, cuyas posibilidades están en pleno desarrollo y se comercializa con algunas variantes en el mercado dominicano.

Muchas son las fuerzas que impulsan actualmente al Seguro de Vida. Entre ellas están el surgimiento de las Tablas de Mortalidad Seleccionadas y Terminales, la computarización, la competencia y especialización de los recursos humanos, etc. También, el apoyo del Reaseguro que permite a una sola compañía aceptar riesgos por cantidades prácticamente ilimitadas. La fuerza de ventas de las compañías aseguradoras, los agentes vendedores y los corredores de seguros, aún siguen siendo los motores principales del éxito de las compañías de seguros del país.

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