Lo que se había previsto como un gran concierto en la intimidad con el cantautor argentino Fito Páez y su piano no concluyó como se esperaba. Cuando semanas atrás Hard Rock Café anunció para el martes 28 la presentación del artista rosarino había muchas expectativas. Incluso el mismo artista en una entrevista a Alegría! había dicho que sería de mucha cercanía con la gente, de silencios hermosos, es como estar en casa.
El concierto de Fito, pautado para las 11:00 de la noche y respaldado por Brahma Light, inició 45 minutos antes. Con canciones como Y dale alegría a mi corazón, Shes mine, Tus regalos deberían de llegar, Cable a tierra y otras más se notó esa cercanía de la que habló el artista. El público, que a petición del artista debía estar sentado (así estaban los de enfrente), las corearon a todo pulmón. Aparentemente todo marchaba bien… pero al parecer no era así. Cuando el artista, que había hecho todo un despliegue de su maestría al piano, finalizó Llueve sobre mojado dijo que para hacer música se necesita silencio. En referencia al cuchicheo que por momentos inundaba el lugar. Pese a ello siguió entregando sus temas y en medio del calor encandiló a su fans.
Casi a las 11:30 de la noche, el artista se despidió con Mariposa tecknicolor. Y aunque el concierto debía seguir ya que faltaban otras canciones, así concluyó, lo que hasta el momento había sido una buena entrega. Fito, quien ya se había refugiado en el camerino, no regresó. De nada valió que los fans pidieran otra o que vociferaran su nombre.