Con alegría y emoción, en una noche en que la fresca brisa navideña acariciaba los rostros de cada uno de los presentes, el Banco de Reservas agasajó a sus empleados y familiares con una fiesta bailable para despedir el 2009 y celebrar la llegada del nuevo año.
El anfiteatro del club de la entidad el cual es una réplica de Altos de Chavón, fue el lugar donde los invitados compartieron una velada especial disfrutando de las interpretaciones del salsero Raulín Rosendo.
Daniel Toribio, administrador general de Banreservas, acompañado de su esposa, Altagracia Paulino de Toribio y ejecutivos del banco estuvieron en la primera fila del público, que desde el principio coreó y bailó los temas del salsero.
Orión Mejía, director general de Comunicaciones y Mercadeo, se encargó de darles la bienvenida a los asistentes, manifestando que el concierto servía para afianzar los lazos de unión entre los empleados, tras un año de una gestión exitosa y el inicio de otro lleno de optimismos y esperanzas.
Con famosas canciones como Si no van a morir mi muerte, La guayaba Estamos en Navidad, Señora Ley, Lady Laura, Que no se rompa la noche, No se murió el amor Deseo, Mercedita y Margarita, los invitados se deleitaron con el salsero. Además de disfrutar de la música que resonaba entre la piedras de degustaron la tradicional cena navideña.