La sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes era una fiesta; el público mayormente de jóvenes, celebraba con este concierto, ofrecido por la Orquesta Dominicana de Viento, el cierre del XIX Festival Internacional de Bandas de Música Infanto-Juveniles.
Este Festival, una iniciativa del maestro Andrés Vidal, director de la Orquesta Dominicana de Viento, se ha convertido en una tradición. Además de ser un concurso, el Festival es un espacio en el que se imparten clases magistrales, talleres y seminarios de dirección, dirigidos a los diferentes grupos participantes.
El festival se ha convertido además en un referente, al ser el único con estas características en Latinoamérica y el Caribe. Felicitamos al maestro Andrés Vidal por su labor de dirección y además, por su labor didáctica dirigida especialmente a jóvenes músicos del país.
Luego de las palabras de bienvenida, la Orquesta Dominicana de Viento nos introduce en “El lugar”, -Impresión Sinfónica- del compositor y pianista español Ferrer Ferran. “El Lugar” produce felicidad, en armonía con el ambiente de la sala.
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A continuación, hace su entrada el director invitado Thomas Verrier, escuchamos del compositor afroamericano William Grant Still, “From the Delta”. El primer movimiento “Work Song” es una escena de la vida de los trabajadores en el delta del Mississippi. “Espiritual”, es un movimiento sombrío, éxtasis y dolor, de los esclavos.
El tercer movimiento “Danza” celebra la vida, a pesar de las adversidades. El maestro Verrier logra de la orquesta ese sonido evocador de las diferentes escenas. El solista Fabio López Teran se destaca en Fantasía para Venova.
El maestro Vidal regresa para dirigir “Huapango”, del compositor mexicano José Pablo Moncayo. Este poema sinfónico, con sones de Veracruz, es un himno de identidad de la cultura mexicana; la orquesta, con vientos a su favor, recrea este hermoso huapango.
Los colores y la energía del “Jazz” inundan la sala, escuchamos la composición “In Living Color”, escrita para orquesta de viento, del estadounidense Katahj Copley; el director Thomas Verrier dirige con pasión estos aires de su tierra, obteniendo de la orquesta magníficos resultados.
El ritmo cambia, llegamos al Caribe, nuestra tierra; el maestro Vidal pauta, la orquesta responde con emoción, los aires del “Mambo Furioso” de Brant Karrick, evoca el espíritu del inmortal Tito Puente. El público se apodera del ritmo, la platea es todo movimiento, luego se escucha el famoso son cubano, “Son de la Loma”, de Miguel Matamoros.
Pero la fiesta no podía concluir sin nuestra música, “La Bilirrubina” de nuestro Juan Luis Guerra encandila al público que puesto de pie, marcando el contagioso ritmo, ofrece prolongados aplausos.
El jurado estuvo integrado por Thomas Verrier -EEUU-, Fabio Terán López -Colombia- y Arianna Artidiello -Cuba-. De República Dominicana: María del Pilar Domingo, Santy Rodríguez, Roger Peralta, Carlos García y Jorge Torres Sosa.
Felicitamos a la Fundación Festi-Band por aportar a nuestra cultura, con estos festivales, y a la Orquesta Dominicana de Viento, y su director, Andrés Vidal, por su labor constante.
Hasta el XX Festival.