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SANTIAGO DE CHILE (AP).- El fervor de 55.000 asistentes a su último recital en Chile, que dejó un centenar de lesionados, obligó al cantante mexicano Marco Antonio Solís a abandonar el lugar en una ambulancia, al terminar su actuación.
El artista, que se presentó en el reciente Festival de la Canción de Viña del Mar con singular éxito, ha despertado un gran fervor en sus actuaciones en el país.
En la última de sus actuaciones en Chile, el domingo en la noche, 55.000 personas acudieron al Parque OHiggins de esta capital y la policía y 500 guardias de seguridad debieron esforzarse por controlar a la multitud, que antes de comenzar el concierto derribó barreras de contención.
El cantante no pudo subir al automóvil que lo esperaba al finalizar el concierto, porque había sido rodeado de fanáticas presas de la histeria. Ante esto, sus guardaespaldas recurrieron a una ambulancia que sacó al cantante del lugar sin que se dieran cuenta sus fanáticas.
