La Fundación Heart Care Dominicana celebró su décimo Aniversario con la presentación en la Sala Carlos Piantini de Teatro Nacional, del Concierto Gershwin Notas del Corazón, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la dirección del maestro José Antonio Molina, y la participación del pianista inglés Simon Mulligan.
El programa inició con la Obertura cubana, cuyo provocativo ritmo de rumba y habanera producido por la percusión, contagia a todos. Pasando por momentos de carácter melancólico el final conduce a una excitante rumba.
El director Molina poseído del vibrante ritmo, gesticula, conduce la orquesta que vibra, con armonía y brillantez, transmitiendo el espíritu de la música caribeña.
El concierto en Fa para piano y orquesta, da paso al pianista Simon Mulligan. Dentro del canon tradicional de tres movimientos, el Allegro del primero nos remite a los aires del Charleston que exponen las maderas y la percusión, luego el primer tema da paso al piano.
La musicalidad de Mulligan queda expuesta, el hermoso sonido que arranca a su instrumento, son una muestra, de su gran talento.
El segundo movimiento Andante crea un recóndito ambiente, logrado por una armónica trompeta con sordina Ernesto Núñez- y tres clarinetes. El Allegro agitado del tercer movimiento en el que Gershwin hace alarde de ritmo y colorido, ofrece nuevamente oportunidad de lucimiento al pianista.
El climax de la noche llega con la Rhapsody in Blue. El impresionante inicio con el célebre glisando de clarinete Jorge de Jesús Torres Sosa- y el adosamiento de elementos clásicos con los efectos de influencia jazzística, produce una obra de gran belleza.
La atmósfera se impregna del nostálgico blue afroamericano, y el piano de claro carácter solista a veces, acompañante otras, destaca en esta la más famosa obra de Gershwin. De nuevo Simon Mulligan tiene una actuación destacada, dejando su impronta como pianista de jazz.
Como en un susurro misterioso las notas del Summertine evocan una época, un tiempo, es el famoso tema introductorio de la ópera folklórica Porgy and Bess, considerada la primera ópera norteamericana. El blue, los espirituales, y las expresiones idiomáticas del jazz, logran una síntesis innovadora.
La orquesta. La OSN por momentos convertida al estilo de banda dixiland otras veces clásicas, supo interpretar la diversidad de los colores de la música de Gershwin, bajo la atinada dirección de José Antonio Molina.