A solo ocho días de la llegada a Nueva York de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, se activan los dispositivos de seguridad en toda la ciudad. La bienaventurada visita del papa coincide con la llegada de unos 193 mandatarios del mismo número de naciones que vendrán, con motivo de la 70ª. Asamblea de las Naciones Unidas.

En el pasado, las noticias culturales precedían la llegada de los papas. Lo artístico y religioso encabezaba las informaciones previas a las visitas papales a Estados Unidos. Aunque, hace más de tres meses que se informó que el cantautor colombiano Juanes actuaría en una actividad del Sumo Pontífice en Filadelfia pero, hace semanas, varió la proyección promocional del tour papal. Se podría decir que el Papa Francisco viene a agotar una agenda más política que religiosa. Y, en una época política que “lo complica todo” en Nueva York. La policía se prepara para lo peor. Así lo anunció un vocero de la institución del orden. Han aumentado las detenciones momentáneas a conductores y los simulacros de emergencia se escenifican en cualquier área por las que transcurrirá el papamóvil.

Francisco hablará en la ONU y será el primer vicario en hablar ante el Congreso de los Estados Unidos. En Nueva York coincidirán con él decenas de presidentes, incluyendo a Barack Obama. Y, aunque William J. Bratton, Comisionado de la Policía de Nueva York, anunció esta semana que no hay amenaza terrorista, las autoridades se notan tensas. Y acaban de anunciar que el plan de seguridad para estas visitas no tiene precedentes.
Y, sobre todo con el nuevo estilo de este Papa que se ha caracterizado por romper el protocolo con frecuencia.