POR FERNANDO QUIROZ
Anoche fue ofrecida la última misa de novenario en memoria de la señora Laura Amelia Vicini viuda Barletta, con la asistencia de sus familiares y amigos. El acto religioso fue celebrado en la iglesia del Convento de los Dominicos, de la Ciudad Colonial, de esta capital, de 7:00 a 8:00 de la noche.
Invitaron a la misa sus hermanos Juan Bautista y José María (ausente por estar en los Estados Unidos), así como sus sobrinos Felipe y Liza, Amelia, Juan Bautista y Laura Vicini Lluberes, José Leopoldo y Marco Antonio Vicini Pérez y Nelia Barletta.
Igualmente, sus hijos del corazón Fineta Espaillat de Santoni y Miguel Barletta; sus primos Cabral Vega, Reid Cabral, Cabral Taveras, Espaillat Cabral, Cabral Arzeno y Cabral Sardiñas. Sus amigos Jole Lo Faro y Juan Martín Santoni.
La señora Vicini era hija de Felipe Vicini Perdomo y Amelia Cabral Bermúdez. Su esposo Amadeo Barletta, fallecido hace unos años, estuvo relacionado con los medios de comunicación en Cuba y Argentina.
Había nacido el 20 de septiembre de 1925 y falleció el 24 de junio pasado. Sus restos fueron sepultados en el mausoleo de la familia Vicini Cabral en el cementerio de la avenida Máximo Gómez.
En un mensaje, los deudos expresan: La familia agradece muy sinceramente las expresiones de afecto a su inolvidable Laura y las manifestaciones de condolencias recibidas.
La misa de ayer fue oficiada por los sacerdotes José Manuel y Esquivel. Que el alma de Laura, con la misericordia de Dios, descanse en paz, se expresó para concluir.
El coro de la Catedral Primada, dirigido por José del Monte Peguero, interpretó varios cánticos.
Asistieron personalidades de la vida política, económica y social del país.
Entre los amigos de la familia que asistieron figuran Lisandro Macarrulla, José Luis Corripio y su esposa Ana María Alonso de Corripio; Fernando Rainieri, Milagros Ortiz Bosch, Francisco José Thomén, el embajador de los Estados Unidos, Hans Hertell y esposa, Marie Hertell; Jottin Cury, Peggy Cabral, Miguel Vargas Maldonado, Bernardo Vega, entre otros.
RECUERDO DE LA MISA
Al final del camino no hay camino, sino la casa del Padre; al final de la noche no hay noche, sino la aurora; al final del invierno, no hay invierno, sino la primavera; al final de la muerte no hay muerte, sino la vida eterna, reza la literatura del recuerdo del novenario. En la portada tiene la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, oleo original de E. Dradi 1900, adquirido en Génova, Italia, por ACV en 1925. Dañada la obra por el ciclón San Zenón, el 3 de septiembre de 1930, tuvo que ser restaurada Laura quiso que la adoración de su madre iluminara para siempre su Fundación Virgen del Perpetuo Socorro.