Concluyen disolución Asociación Central

<p><span>Concluyen disolución Asociación Central</span></p>

POR SOILA PANIAGUA
La Superintendencia de Bancos concluyó el proceso de disolución  de la Asociación Central de Ahorros y Préstamos con el pago de las obligaciones de los depositantes, sin que el Estado incurriera en gastos, por lo que no fue necesario el sometimiento a la justicia de los responsables de la institución financiera.

Rafael Camilo, superintendente de Bancos, también dijo ayer, en rueda de prensa, que el proceso se inició pagándoles a los depositantes con ahorros menores a los RD$500,000, que en conjunto representaban el 98% de todos los ahorrantes, unas 3,502 personas  que concentraban el 3.4% del total de los pasivos, equivalente a RD$28.6 millones.

Luego, añadió, a los depositantes con ahorros superiores a los RD$500,000  y después a quienes tenían ahorros por encima de esos montos que representaban el 2% del total, 76 personas o empresas, quienes concentraban RD$1,262.4 millones, equivalente al 96.6% del total de los pasivos.

Explicó que el proceso que originó la disolución de la entidad financiera se basa en el incumplimiento del artículo 62, de la Ley Monetaria y Financiera que establece como una causa de disolución la insuficiencia mayor al 50% del índice de solvencia vigente al momento de la intervención.

También, las infracciones a las disposiciones sobre concentración de riesgos y límites de créditos a grupos vinculados y la no constitución de provisiones de la cartera de créditos según al Reglamento de Evaluación de Activos. Asimismo, la ausencia de controles internos y administrativos para realizar una eficiente gestión financiera que garantice que los recursos de los ahorrantes puedan ser honrados en el momento que los mismos los requirieran.

Camilo explicó que por los RD$447 millones el Banco de Reservas aceptó  unos terrenos en dación de pago.

Agregó que una parte de la cartera de crédito estaba en manos de unas cinco empresas, entre estas  Hernández Paulino, Constructora  Global,  Ingenieros y Arquitectos Dominicanos y Constructora  Sumo, las cuales   estaban relacionadas a la administración de esa institución. Dijo que a esas empresas se les  obligó a cubrir el 17% de los pasivos, unos RD$223 millones en bienes.

“Lo que había era mala práctica, no fraude, pues se usaba esa institución mutualista para beneficio de algunas personas vinculadas”, explicó Camilo. Agregó que parte de los administradores pusieron un recurso de RD$122 millones en bienes, entre estos, un edificio que se dio en dación de pagos a los grandes depositantes.

 Dijo que al momento de la disolución, la Asociación Central de Ahorros y Préstamos, poseía activos por RD$1,402.2 millones de los cuales 18.9% eran fondos disponibles y 30.1% en cartera de créditos.

En tanto que el 5.5% correspondían a rendimientos por cobrar,  44.9% eran bienes recibidos en recuperación de créditos  y 0.6% en otros activos.

Los pasivos alcanzaban los RD$1,301.0 millones, compuestos por: 3.24% en cuentas de ahorros; 61.75% en certificados financieros; 34.25% en deuda directa en línea de crédito y 0.77% en otros pasivos.

“Como elemento innovador en este proceso de disolución para las personas físicas y jurídicas que no validaron sus depósitos con montos entre los RD$500,000 y RD$100,000,  se les abrió una cuenta de ahorros en el Banco de Reservas y los mismos tendrán un plazo de seis meses para solicitar la devolución de su dinero”, dijo el funcionario.

Agregó que el monto transferido para las aperturas de cuentas resultó ser RD$4.7 millones

A los depositantes con ahorros superiores a los RD$500,000 se les saldó en efectivo la totalidad de sus obligaciones y sólo dos depositantes, Banco de Reservas con RD$445.6 millones y Asociación Norteña de Ahorros y Préstamos con RD$168.5 millones, recibieron bienes de la entidad los cuales fueron valorados a precio de mercado como compensación al pago de sus deudas.

Al explicar la forma en  que se manejó el proceso, Camilo dijo que los activos de la entidad financiera se valoraron a precio de mercado y se exigió a varios deudores de la entidad que tenían atrasos en sus pagos ponerse al día en sus créditos, lo cual dijo que se logró en un 100%.

Se automatizó electrónicamente todo el proceso de validación y pago lo cual permitió tener control absoluto de todas las obligaciones que debían ser saldadas y una eficiencia única en todo el proceso, evidenciado en  transparencia, seguridad y control, explicó.

“No se encontró evidencia de una cartera de créditos paralela a la entidad financiera, ni tampoco deudas inexistentes fuera de los registros contables”, aclaró.

La  administración vigente, al momento de la disolución de la Asociación Central de Ahorros y Préstamos, absorbió un 17% del total  de los pasivos, equivalente a RD$222.6 millones,  entregando  bienes de sus empresas vinculadas con los cuales se le pagó a Vinícola del Norte S.A. que poseía igual cantidad en depósitos, dijo.

 Añadió que el Banco de Reservas adquirió la totalidad de la cartera al ganar la licitación pública efectuada, la cual a RD$247.1 millones, pagando unos RD$205.9 millones, con una tasa de descuento de  un 20%.

Manifestó que el proceso de disolución que se completó  en  dos meses, crea un precedente único y positivo, en el sentido de que si se aplica la Ley Monetaria y Financiera y sus reglamentos los efectos sobre el sistema financiero y la economía en general de una liquidación de una entidad de intermediación financiera, son reducidos a su mínima expresión.

Absorberán asociaciones
Tres de las principales asociaciones de ahorros y préstamos absorberán a cuatro entidades financieras que operan en diferentes provincias porque no pueden cumplir con las  exigencias de las nuevas normas bancarias. Entre las  instituciones que podrían absorber las operaciones de esas pequeñas asociaciones de ahorros y préstamos están las asociaciones, la  Popular, La  Nacional y la Cibao de Ahorros y Préstamos.

“No es que tengan problemas, sino que los administradores se han dado cuenta que el mercado no les permite continuar, ya que los costos han subido y las nuevas normas les obligan a tener mayores rigores, como es tener un área de riesgo, un sistema informático  importante, entre otras cosas, lo que hace que no sean viables”, explicó el  superintendente de Bancos, Rafael Camilo.

Añadió que el objetivo es  evitar problemas futuros y que se prevé llevar a cabo ese proceso sin ningún trauma, con la mediación de la Superintendencia de Bancos.

 Actualmente son 17  las asociaciones de ahorros y préstamos que operan en el país, después de la quiebra de la Asociación Central de Ahorros  y Préstamos.

Camilo aclaró que la Asociación Central no pudo ser absorbida por otras más grandes, porque tenía muchas pérdidas acumuladas y porque un proceso de esa naturaleza  requería mucho dinero.

“No es que quedan asociaciones con debilidades tan grandes,  como la Asociación Central, sino que hay algunas en las provincias que no son viables dentro del sistema de ahorros y prestamos, que pueden incurrir en pérdidas futura y quebrar”, insistió.

Agregó que por eso las asociaciones grandes están en proceso de absorberlas, porque el problema que existe con esas entidades pequeñas es que nadie es  dueño.

 “Y la  Superintendencia, ni por ley ni por nada puede decirle a alguien ponga dinero para capitalzarla, como se hizo con los bancos múltiples”, dijo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas