Una concurrida marcha en homenaje a Alisha K., la estudiante de 14 años presuntamente asesinada por una pareja de adolescentes que la habían acosado, se celebró este domingo en la ciudad Argenteuil, en la periferia de París.
Este suceso ha conmocionado a la opinión pública francesa desde que el pasado lunes se descubriese el cuerpo de la joven en las aguas del río Sena y después de que fuesen imputados por asesinato dos compañeros de clase -un chico y una chica de 15 años que son pareja-.
La muerte de Alisha ha llevado al Gobierno francés a cuestionarse sobre cómo combatir de manera más efectiva los casos de ciberacoso escolar, que siguen en niveles altos, paralelamente a un agravamiento de las peleas entre adolescentes que ha dejado tres muertos en el último mes.
La prevalencia de ambos fenómenos, que sorprende por la juventud de los implicados (menores de 16 años), se atribuye a los efectos psicológicos del confinamiento entre los más jóvenes por el combate a la covid.
El acto, cuyos asistentes portaron mascarillas contra la covid aunque tuvieron dificultad para mantener la distancia de seguridad, estuvo marcado por la sobriedad, con una foto de la menor y pocas pancartas en la que se pedían un freno al ciberacoso.
Los padres de la menor asesinada acudieron a una emotiva marcha que contó con la participación de muchas familias. Los dos supuestos autores del asesinato están encarcelados provisionalmente y pueden llegar a ser condenados hasta a 20 años de prisión.
La pareja de estudiantes, que compartían clase con Alisha K. en el centro de formación profesional Cognacq-Jay (Argenteuil), tendieron una trampa a su compañera, a la que habían acosado anteriormente difundiendo fotos de su ropa interior por la red Snapchat.
Conducida a un lugar yermo próximo a una autopista y junto al río Sena en su paso por Argenteuil, fue golpeada y luego arrojada al río, todavía viva. La autopsia apunta a que la joven murió ahogada.
El móvil del supuesto asesinato no está aún claro, pero las primeras pistas apuntan a una historia de celos. El chico sospechoso de asesinato mantuvo una breve relación con Alisha antes de entablar otra con su actual pareja, también imputada. El chaval supuestamente sintió celos de que Alisha y su pareja mantuviesen la amistad.