Concurso de Pintura de la Casa del Artista

Concurso de Pintura de la Casa del Artista

El año pasado, la Casa del Artista celebró un primer concurso nacional de arte: fue un éxito. Valientemente, lo volvió a celebrar este año: fue otro éxito a pesar de la convocatoria paralela para un certamen de arte con recursos asignados.

Esta iniciativa, reiterada, fortalece un patrón de conducta que supera por mucho su naturaleza de establecimiento preocupado por surtir a los artistas de los mejores productos.

Allí se imparten cursos y talleres, frecuentes, variados y de nivel comprobado. El concurso de pintura significó un avance institucional, a la vez lógico y decisivo.

Nosotros conocemos la situación difícil de la pintura no solamente por la crisis económica y de compradores, más aguda para los artistas emergentes, sino por su poco aprecio en la bienal nacional y la eliminación resultante de premios en su última edición. Ello fomenta el desconcierto en los jóvenes pintores, aparte de atentar en contra de la gran categoría del arte dominicano. Felizmente, concursos, tanto más valiosos que son modestos y frutos de ingentes esfuerzos de sus gestores, son un reconocimiento y un estímulo a la pintura nacional.

La Casa del Artista se suma a este necesario compromiso y movimiento.

El Concurso Nacional de Arte de la Casa del Artista se distingue, además, por características propias: la primera es una convocatoria amplia que brinda oportunidades a nuevos talentos, ansiosos de darse a conocer, y luego vuelve a una clasificación, prácticamente considerada como obsoleta: abstracto, figurativo, retrato, y dentro de la figuración las bases mencionan el paisaje y la naturaleza muerta. O sea que encontramos una revalorización de los “viejos” géneros, esto hace su originalidad… y su audacia.

Los galardones son igualmente distintos: en cada renglón hay diez obras seleccionadas, tres obtienen premio –primero, segundo, tercero– y siete, menciones de honor (o del jurado), sin que se utilice la nomenclatura de los concursos. Esa singularidad se complementa con una premiación sin dinero, sino equipamiento informático o útiles de arte, y ello gracias a múltiples patrocinadores.

Los resultados. Las treinta pinturas seleccionadas están expuestas, según una museografía muy simple, en el Salón de la Rotonda de la Galería Nacional de Bellas Artes, de dimensiones perfectas para que las obras resalten en cantidad y en calidad. El conjunto se ve muy digno y bien articulado en sus tendencias.

El género de retrato muestra el mejor nivel, lo que satisface cuando hoy, en decadencia, se suele limitar a un realismo tedioso. El “Autorretrato” de Carlos Redman, introspectivo y bien compuesto, señala a su autor, ya notable, como un expresionista definido. Djilas Gómez posee fuerza de tratamiento y de expresión, sobresaliendo por su enfoque de “close up”, mientras la imagen de la diva por Rafael Acosta Amador se destaca por su vitalidad sobre un fondo oscuro y una rara maestría de las manos.

Casualmente, el palmarés por lo “figurativo”, distinguió a los tres géneros tradicionales: figura humana, paisaje, naturaleza muerta. La “Orfandad prisionera” de Julio César Hernández demuestra muy buen dibujo, dominio del espacio y de la construcción, aguda sensibilidad en el manejo del tema. La hermosa “favela” de Djilas Gómez nuevamente acentúa el enfoque espacial, la sutileza de la paleta y una geometría tan real como lograda plásticamente. En cuanto a Esteban Lachapelle, él testimonia que el bodegón neoclásico no ha muerto y puede jugar con las texturas, la luminosidad, el ritmo de las formas.

Lo abstracto ha suscitado una variedad y una calidad sorprendentes. Ramón Pacheco nos deleita inteligentemente con una fragmentación donde se esconden alusiones figurativas, y explota esa dinámica como si fuera el suelo de loma Miranda.

Ricardo Wagner propone un paisaje abstracto, refinado, poético y musical (sic). Samuel Machuca es un artista ya con personalidad reconocible, estilo propio y una soltura gestual impactante.

….Nos hemos referido a los nueve ganadores, encabezando la selección, pero, lo repetimos, el conjunto es merecedor de mención… y de las menciones.

La Casa del Artista se encamina a buen paso hacia la tercera edición de su concurso..

Publicaciones Relacionadas

Más leídas