EFE 
San Bernardino , California, EE.UU. Miles de empleados del condado de San Bernardino regresaron al trabajo el lunes, cinco días después de que un inspector de restaurantes y su esposa abriesen fuego en una reunión con otros trabajadores y mataran a 14 personas, además de herir a otras 21.
La reapertura de gran parte de las oficinas del gobierno local indica un esfuerzo por regresar a la normalidad en una comunidad que está sorprendida y llora a sus muertos desde el ataque del pasado miércoles.
“En su honor, para expresar nuestra gratitud por su sacrificio inimaginable, tenemos que pelear por mantener la normalidad”, dijo el lunes la Supervisora del condado de San Bernardino, Janice Rutherford, de las víctimas.
“No podemos tener miedo a nuestras vidas, a nuestra comunidad, a nuestros vecinos, a nuestros compañeros de trabajo”.
La Junta de Supervisores dijo en una conferencia de prensa que se ha incrementado la seguridad en todas las instalaciones, incluidos patrullajes de policías armados, y los funcionarios consideraban salvaguardas permanentes adicionales.
Los centros de asesoramiento y líneas telefónicas estaban abiertos, y se instó a los gerentes a buscar signos de angustia en sus empleados.
La directora de Salud Pública, Trudy Raymundo, quien asistió al almuerzo navideño donde Tashfeen Malik y Syed Farook abrieron fuego, agradeció a las fuerzas del orden que pusieron a salvo a los trabajadores y los protegieron de cualquier daño.
También expresó su gratitud por las muestras de apoyo en todo el mundo. “Hoy quiero pedirle a la comunidad que llore con nosotros”, dijo. “Les pido que se reúnan y se mantengan fuertes juntos porque esa fortaleza es la que nos ayudará a sanar”.
Tras el ataque, el condado suspendió todos sus servicios salvo los esenciales y mandó a casa a la mayoría de sus 20.000 empleados, dijo Felisa Cardona, portavoz del gobierno local.
Aunque gran parte regresaron a sus puestos el lunes, los trabajadores de la división de Servicios de Salud Ambiental, donde trabajaban Farook y muchas de las víctimas, ampliarán su descanso al menos una semana más, agregó.
Investigadores siguen intentando determinar el motivo por el que Malik, de 29 años, y Farook, de 28, atacaron a sus compañeros. Más tarde la pareja murió en un intenso tiroteo con la policía. El padre de Farook, también llamado Syed Farook, dijo al periódico italiano La Stampa que su hijo compartía la ideología del grupo Estado Islámico y estaba obsesionado con Israel.
Malik asistió brevemente a una escuela religiosa en la ciudad paquistaní de Multan entre 2013 y 2014, pero no recibió un diploma, dijo Farhat Hashmi, fundadora del seminario internacional Al-Huda, en un comunicado en su sitio de Internet.
La escuela es una madraza sólo para mujeres con ubicaciones en Pakistán, Estados Unidos y Canadá. Hashmi fue criticada por promover una versión conservadora del islam, pero la escuela no tiene vínculos conocidos con los extremistas.
Afirmó que la organización no era política y denunció violencia y actos de terrorismo. “Parece que ella era incapaz de comprender el mensaje hermoso del Corán”, dijo Hashmi en referencia a Malik en su comunicado.
La policía paquistaní y agentes de inteligencia han cateado la casa donde vivió Malik en Multan, apoderándose de documentos, álbumes familiares de fotos y una computadora portátil que pertenecía a la hermana de Malik, Shahida, dijo Shabana Saif, un funcionario antiterrorista.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofreció un discurso en horario de máxima audiencia el domingo para decir al país que el ataque fue un “acto de terrorismo diseñado para matar inocentes”.
Aunque no hay evidencias de que los atacantes hubieran recibido órdenes de alguna red terrorista en el extranjero o fueran parte de una trama más amplia, “los dos habían transitado el oscuro sendero de la radicalización”.
