POR RICARDO RODRIGUEZ ROSA
SANTIAGO.- El Primer Tribunal Colegiado local condenó ayer a 30 y 20 años de prisión a dos antiguos miembros de la Policía que en el mes de marzo de 2006 mataron a tres personas en Pueblo Nuevo.
Los tres jueces hallaron suficientes indicios contra el ex sargento Andy Margarín Hernández y el ex cabo José Juan Francisco, a pesar de que ambos aseguraron haber disparado en defensa propia contra la niña Elizabeth Polanco y su tía Yanet Polanco y Miguel Angel Paulino.
El tribunal aceptó el pedido del Ministerio Público, representado por las licenciadas Jenny Reynoso y Jenny Liranzo, secundadas por el licenciado José Parra, quien actuó en el juicio como representante del actor civil.
Las muertes ocurrieron la noche del 20 de marzo del pasado año, cuando la patrulla alegadamente pretendió apresar a Paulino, buscado por la comisión de varios delitos.
De acuerdo con la versión del sargento Margarín Hernández, el obrero disparó contra él, alcanzándolo en un pie, por lo que se vio en la necesidad de repeler la agresión, hiriéndolo mortalmente, mientras que otros disparos alcanzaron a Yanet y su sobrina Elizabeth, quienes fallecieron en el acto.
Sin embargo, testigos del hecho sostuvieron en el juicio que Margarín disparó contra Polanco y que, para justificar una balacera, luego procedió a tirar hacia diferentes direcciones, hiriendo mortalmente a la niña y su tía.
Tras varios reenvíos, el tribunal pudo el martes de la semana pasada dar inicio al juicio de fondo, en el que cinco testigos a cargo y dos a descargo prestaron sus declaraciones.
El jueves, el licenciado Wilson Francisco Moreta, juez presidente del tribunal, se vio en la necesidad de suspender el proceso hasta la mañana del lunes, porque la licenciada Cecilia Badía, quien junto con José Rafael de Asís completa dicho organismo, sufrió un desmayo en el transcurso del proceso.
El mayor de la Policía Edward Sánchez, quien investigó las circunstancias del triple asesinato, explicó básicamente que el revólver que portaba el cabo Francisco tenía el cañón dañado, por lo que puso en duda que disparara en esa ocasión, y que en el lugar del hecho encontró casquillos de más de un tipo de arma de fuego.
Otro testigo en beneficio de los policías fue Elvio de Jesús Guzmán Cruz, un obrero que dijo pasaba por el lugar y que pudo observar que se disparaba desde diferentes direcciones, pero que no pudo identificar a nadie.
Como testigos de cargo depusieron Luís Eduardo Marte, Ernesto Antonio Almonte, Yahaira Noelia Terrero, Radhamés Ceballos Martínez y Altagracia Polanco, madre de Elizabeth y hermana de Yanet.