Condena a la moratoria de transgénicos

Condena a la moratoria de transgénicos

WASHINGTON. (AFP) .- Altos funcionarios de la administración del presidente George W. Bush y dirigentes de la industria consideraron ayer, miércoles la decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en contra de las barreras aduaneras impuestas por la Unión Europea (UE) a los organismos genéticamente modificados (OGM) como una legitimación de la biotecnología global. 

La condena de la OMC al régimen de importación de organismos genéticamente modificados de la UE contribuyó a aclarar los hechos en materia de biotecnologías, estimó en un comunicado el representante estadounidense para el Comercio, Rob Portman.

“La prensa informó de una decisión preliminar de la OMC que decreta la no conformidad de la moratoria de hecho de la UE sobre los productos agrícolas genéticamente modificados con las reglas de la OMC. Los hechos sobre la biotecnología son claros e irrefutables”, afirmó Portman.

El secretario estadounidense de Agricultura, Mike Johanns, recordó, por su parte, en un comunicado que “más de 8,5 millones de agricultores en 21 países, incluyendo cinco países de la UE, reducen la utilización de plaguicidas, obtienen cosechas más abundantes y pueden prevenir la erosión sembrando variedades genéticamente modificadas”.

   Para la administración Bush, la condena de la OMC a la moratoria de la UE es disuasoria para evitar que los países pobres no se vean tentados a hacer lo mismo.

   “Ciertamente es un mensaje para el comercio mundial y los países en desarrollo que tengamos reglas de la OMC a las que debemos adaptarnos, y que la moratoria europea es ilegal”, afirmó a la AFP Leon Corzine, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Maíz (NCGA) estadounidense.

   Él mismo gran productor de Illinois (centro), recuerda que la vigencia de un marco jurídico para el comercio mundial es vital para los productores de maíz estadounidenses, que exportan 17% de sus cosechas.

   “El comercio es muy importante, queremos tener acceso a los mercados del mundo entero”, agregó, al tiempo que se congratuló del “levantamiento de una barrera” por parte de la OMC.

   La moratoria europea, levantada en 2004 por Bruselas pero que continuó siendo aplicada por seis países (Francia, Alemania, Austria, Luxemburgo, Grecia e Italia), bloqueó exportaciones agrícolas estadounidenses por alrededor de 300 millones de dólares anuales, según Washington. En 2004 la UE sólo compraba 1% de las exportaciones norteamericanas de maíz, contra 54% de Asia y 11% de Africa.

   Monsanto, el mayor productor de semillas genéticamente modificadas, hizo gala de prudencia, sin embargo. “El documento no fue aún publicado oficialmente y es, pues, prematuro hablar de sus implicancias en nuestro negocio o en las biotecnologías”, destacó su portavoz, Chris Horner, quien se negó a suministrar cifras.

   Monsanto “se concentra por el momento en sus ventas de semillas tradicionales y productos químicos en Europa y no en la venta de productos transgénicos”, declaró a la AFP.

   No obstante este grupo pionero en la promoción de OGM estima que es “importante disponer de marcos reglamentarios fundados en bases científicas”.

   Según Horner, los países en desarrollo ya comenzaron a aprobar este tipo de marcos jurídicos.

   La próxima etapa ante la OMC podría ser una iniciativa de Washington contra la legislación europea en materia de etiquetado y de trazabilidad de los productos que contienen OGM, considerada discriminatoria e inútil.

   “Esa reglamentación (de la UE) tal como está presentada no puede funcionar, es demasiado complicado y exige tests imposibles de realizar”, insistió Leon Corzine.

   Mientras que la legislación estadounidense permite la mezcla de maíz o soja tradicionales con OGM sin mencionarlo en la etiqueta, los europeos exigen límites a la presencia de OGM (a un 0,9%) y una información precisa sobre los ingredientes.

   El gobierno estadounidense, por su parte, multiplica las declaraciones sobre los beneficios de la biotecnología sobre la rentabilidad de las cosechas y supuestos impactos positivos sobre el ambiente, aunque aún no ha aportado las pruebas de ello.

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