El regalo post mortem que el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional le dio ayer a Jessica Castillo Urbán -en lo que debió ser su décimo cumpleaños de vida- fue condenar a 30 años de reclusión a los dos hermanos que la violaron y descuartizaron.
Al cumplirse el primer año del macabro hecho, en su memoria los padres d el aniña asesinada celebraron que Endrick y Junior Montero Morillo pasen las próximas tres décadas tras las rejas.
Marcos Antonio Castillo Damián y Altagracia Urbán Marte, tuvieron que volver a sufrir los horrores al escuchar la forma cómo los dos hermanos aniquilaron a Jéssica, luego de raptarla el día 3 de mayo del año pasado. Su cadáver fue encontrado el día 13 del mes siguiente en estado de descomposición y con heridas que evidenciaron la tortura que sufrió en una casa cercana a la de la abuela que la criaba en el sector La Puya de Arroyo Hondo.
El tribunal, que preside el juez Antonio Sánchez escuchó el argumento del Ministerio Público, que enfrentó a un defensor público, que con gran histrionismo intentaba una sentencia absolutoria, presentando a los acusados como jóvenes ajenos al crimen. Empero, se envolvió en sus palabras al decir que cuando supo del crimen por televisión, pensó que los criminales debían ser enviados al infierno.