Leí que el Ministro de Interior y Policía reaccionó sorprendido cuando los periodistas quisieron conocer su opinión sobre la inclusión del Senador y Secretario de Organización del PLD, el ingeniero Félix  Bautista,  en una lista elaborada por la organización Transparencia Internacional de la que los ciudadanos del planeta deberán elegir, a través del Internet,  al  mejor representante de la “Gran Corrupción”, donde comparte estelaridad con los expresidentes de Egipto  Hosni Mubarack y el panameño Ricardo Martinelly, entre otras personalidades, y con escándalos tan sonados como el de Petrobras en Brasil. José Ramón  Fadul dijo no entender las razones, ni en base a qué datos o informaciones, se  incluyó a su compañero de partido para competir por el galardón de más corrupto de la bolita del mundo (anoche Bautista aventajaba con 4,131 votos los 2,999 recibidos por Petrobras), pues el legislador no ha sido condenado en ningún tribunal dominicano por corrupción. Y es verdad, pero solo desde la cínica perspectiva de quien se cree  sus propias mentiras, pues el funcionario  sabe perfectamente, como lo sabe el resto del país, porqué no hay una sentencia condenatoria contra el representante de San Juan de la Maguana. ¿Cómo olvidar que la justicia peledeísta ha maniobrado  de tal modo que ha sido imposible sentarlo en el banquillo de los acusados para que explique  el origen de su obscena fortuna? Sin embargo, ha sido el tribunal de la opinión pública (y parece que muy pronto lo hará también el de la “opinión mundial”), cuyas sentencias son inapelables, el que lo ha condenado, y con esa condena sobre sus hombros el ingeniero Félix Bautista, sus hijos y tal vez hasta  sus nietos tendrán que aprender a vivir el resto de sus vidas.