WASHINGTON (AP).- El Departamento de Estado denunció el lunes violaciones de derechos en el mundo, señalando particularmente a los gobiernos de Egipto, Siria, China y Sudán.

   Egipto, aliado cercano de Estados Unidos en la lucha por la paz en Medio Oriente, fue denunciado por torturas de prisioneros efectuadas por fuerzas de seguridad, y por arrestos en masa. En cuanto a Irán, «los deficientes antecedentes en derechos humanos empeoraron»», afirmó el informe.

   Corea del Norte es uno de los regímenes más represivos y brutales del mundo, indicó. Se cree que entre 150.000 y 200.000 personas están detenidas en campamentos ubicados en áreas alejadas, y los desertores informan que muchas han muerto por torturas, hambre y enfermedades.

   Los antecedentes de derechos humanos de Siria son malos, señaló el documento. Los sirios no tienen derecho a cambiar de gobierno y «los contínuos abusos graves incluyen el uso de la tortura en arrestos, que en ocasiones provoca la muerte»», juicios injustos y detenciones arbitrarias.

   Sin embargo, hubo varios signos esperanzadores. El terrorismo disminuyó en el Afganistán posterior al régimen talibán, el respeto a los derechos humanos en Ucrania aumentó con la celebración de elecciones libres, y lo que el informe considera son las perspectivas de paz en Irak «ayudan a crear el impulso para la mejora del respeto a los derechos humanos»».

   La promesa del presidente egipcio Hosni Mubarak el fin de semana pasado para convocar a elecciones con varios candidatos se produjo demasiado tarde como para ser incluida en el informe, que acusó a las fuerzas de seguridad gubernamentales de graves y numerosos abusos a los derechos humanos.

   Los egipcios carecen de la capacidad significativa para modificar su gobierno, señaló el texto, indicando que Mubarak está en su cuarto período de seis años como resultado de un referendo nacional en el cual no enfrentó oposición.

   China, descrito como un estado autoritario, niega a sus ciudadanos la libertad para oponerse al sistema político del Partido Comunista, afirmó el documento dirigido al Congreso. El gobierno usó la guerra al terrorismo como pretexto para reprimir a los separatistas pacíficos de la etnia Uighur, y no permite que extranjeros supervisen la situación de los derechos humanos en el país.

   Además, indicó que personal policial de Rusia participó en hechos de tortura, violencia y otros tratos brutales o humillantes, y en la lucha del gobierno para combatir a los rebeldes en Chechenia ambas partes mostraron poco respeto por los derechos humanos básicos.

   En una evaluación del país, el informe señaló que, aunque Rusia «en general respeta los derechos humanos de sus ciudadanos en algunas regiones, su respeto es pobre en otras y se agrava en varias más»».