Un juez federal de Nueva York condenó este viernes a cadena perpetua a Anthony Zottola, el hijo de un socio del clan mafioso de los Bonanno, por orquestar la ejecución de su padre septuagenario en 2018 para hacerse con su negocio millonario.

Sylvester Zottola, la víctima, tenía 71 años cuando lo acribillaron a tiros comprando un café desde su vehículo en un McDonald’s de El Bronx en 2018, después de sobrevivir a varios ataques violentos durante un año sin saber quién estaba detrás.

“Fue su propio hijo, que estaba tan decidido a controlar el lucrativo negocio inmobiliario familiar que contrató a una pandilla de sicarios para asesinar a su padre”, explicó en una nota de prensa el fiscal Breon Peace, del Distrito Este de Nueva York.

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Según los medios locales, Sylvester Zottola hizo una fortuna gestionando máquinas de juego ilegal para el clan de los Bonanno e invirtió el dinero en numerosas propiedades que alquilaba y que estaban valoradas en decenas de millones de dólares cuando murió.

Su hijo Anthony, de 45 años, contrató a un líder de la pandilla local de los Bloods, Bushawn Shelton, y junto a otros delincuentes, organizó los ataques a su padre, entre ellos una invasión de su casa en la que fue golpeado en la cabeza, apuñalado y cortado en la garganta.

Anthony también quería matar a su hermano Salvatore, con quien dirigía una empresa de mantenimiento, y que sobrevivió a un ataque en el que le dispararon en la cabeza y el pecho.

Además de Zottola, hoy también fue condenado a cadena perpetua el sicario que disparó al padre, Himen Ross, de 37 años, indica la nota. Shelton se declaró culpable de haber sido contratado como sicario el año pasado y espera sentencia, y seis de sus secuaces han sido condenados a una media de 20 años de cárcel cada uno.