BUENOS AIRES.AP. Los generales retirados Antonio Bussi y Luciano Menéndez, figuras emblemáticas de la última dictadura militar argentina, fueron condenados ayer a prisión perpetua por el secuestro, tortura y asesinato de un senador en 1976.  Bussi y Menéndez, de 82 y 81 años respectivamente, fueron sentenciados por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Miguel de Tucumán –1.312 kilómetros al norte de Buenos Aires–, por la desaparición del senador local Guillermo Vargas Aignasse en abril de 1976. 

Durante la lectura de la sentencia, que fue transmitida en vivo por los canales de televisión locales, el juez Gabriel Casas –uno de los tres integrantes del tribunal– calificó los delitos como “crímenes de lesa humanidad”.  Los militares retirados fueron hallados culpables de los delitos de asociación ilícita, violación de domicilio, violación ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos reiterados y homicidio agravado. Los fundamentos del fallo serán dados a conocer el 4 de septiembre.  Este fue el primer juicio por los delitos cometidos durante la dictadura en la provincia de Tucumán, donde Bussi encabezó el llamado “Operativo Independencia” dispuesto en 1975 por la entonces presidenta María Estela Martínez, viuda de Juan Perón, para aniquilar a la insurgencia. 

En las afueras del tribunal se produjeron incidentes cuando un grupo de manifestantes derrumbó las vallas de contención que rodeaban el edificio en rechazo a la decisión de la corte de que Bussi cumpla su condena bajo arresto domiciliario y pospuso sin fecha su decisión sobre el pedido del fiscal y la querella para que Bussi sea enviado a prisión. 

La policía lanzó gases lacrimógenos a los manifestantes, en su mayoría integrantes de grupos de derechos humanos. 

Según la investigación judicial, Vargas Aignasse –entonces de 35 años y senador por el Frejuli, una alianza del peronismo y fuerzas de izquierda– fue secuestrado por un grupo de encapuchados en la madrugada del 24 de marzo de 1976, día del golpe militar.