Condenan anticastrista planeó asesinar a Fidel

Condenan anticastrista planeó asesinar a Fidel

PANAMA (AFP).- El líder anticastrista cubano Luis Posada Carriles fue condenado este martes en Panamá a ocho años de prisión, al igual que otros cuatro colaboradores, por participar en un plan para asesinar en el 2000 al presidente de Cuba, Fidel Castro, informaron fuentes judiciales.

El juez penal José Hoo Justiniani, quien se encargo del juicio hace un mes, sentenció que Posada Carriles (de 76 años) y el también cubano Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo purgarán ocho años de cárcel por los delitos contra la seguridad colectiva y falsificación de documentos.

Por su parte, los también cubanos Guillermo Novo Sampoll, Pedro Crispín Remón y César Matamoros fueron condenados a siete años de prisión por atentar contra la seguridad colectiva, mientras que el panameño José Manuel Hurtado recibió una pena de cuatro años de prisión, como cómplice primario de este último delito.

El abogado de Posada Carriles, el ex procurador general Rogelio Cruz, dijo a la AFP que apelará la sentencia ante el segundo tribunal superior de justicia, «porque no hay razón para condenarlos», pero advirtió que aún estudia el documento elaborado por el juez Hoo.

Posada Carriles se encuentra detenido desde el 17 de noviembre del 2000 en la Cárcel El Renacer, 25 km al noreste de la capital panameña, luego que el propio Castro lo acusó públicamente de participar en un complot para asesinarlo durante la celebración de la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Panamá.

Posada Carriles es considerado un peligroso terrorista por Cuba, que lo acusa de decenas de atentados contra intereses cubanos y en particular de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976, en el cual viajaban 73 personas, en su mayoría jóvenes deportistas.

Por ese atentado Posada es considerado prófugo desde 1985 por las autoridades venezolanas. También fue vinculado al escándalo Irán-Contras, durante la administración del ex presidente estadounidense Ronald Reagan.

El arresto de Posada Carriles y el grupo de anticastristas, a los cuales Cuba también calificó de terroristas, tensó en el 2001 las relaciones de la isla con Panamá, luego que el gobierno de la presidenta Mireya Moscoso se negara a entregar a La Habana al veterano anticastrista, porque la ley panameña prohibe la extradición hacia países que aplican la pena de muerte.

Posada Carriles, dijo el año pasado a la AFP desde la prisión El Renacer, que fue víctima de «una trampa» de los servicios secretos cubanos, por la que se trasladó a Panamá para garantizar la supuesta deserción de un general cubano, la cual resultó falsa.

En el proceso seguido en Panamá, el juez Hoo declaró la nulidad de los llamamientos a juicio por los delitos de asociación ilícita para delinquir y posesión de explosivos.

Un año antes la Fiscalía había descartado el cargo de intento de asesinato, al señalar que si bien durante la investigación fueron descubiertos explosivos, no fueron encontrados planes escritos, ni un detonador para hacer estallar el explosivo.

Según el fallo del juez Hoo, durante la investigación de la Fiscalía y la Policía Técnica Judicial, se encontró en un lote baldío en el corregimiento de Tocumen, unos 20 km al este de la capital, un maletín negro con 33,44 libras (15,44 kilos) de los explosivos militares C-4, PETN y RDX, cargadores de celulares, antenas de radio portátil, un control remoto y baterías.

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