Condenan ex funcionarios
por actos corrupción PR

<p>Condenan ex funcionarios<br/>por actos corrupción PR</p>

SAN JUAN (AP).- Dos ex funcionarios del Partido Nuevo Progresista cercanos al ex gobernador Pedro Rosselló fueron sentenciados el martes a cinco años de cárcel por actos de corrupción que conllevaron la extorsión de 2,4 millones de dólares.

Un juez federal también impuso a René Vázquez Botet y Marcos Morell tres años de libertad supervisada una vez salgan de la cárcel y una multa de 100.000 dólares.

«La corrupción ha alcanzado unos niveles increíbles en esta jurisdicción, ha alcanzado la política, las oficinas de gobierno, la Legislatura, los profesionales… Se trata aquí de un doctor y de un abogado, no había necesidad económica para cometer estos actos’’, dijo el juez José A. Fusté antes de dictar sentencia.

Los convictos, a quienes un jurado halló culpables en noviembre de extorsionar a los contratistas a cambio de gestionar que el gobierno de Rosselló (1993-2000) les otorgara contratos, recibieron tranquilos las sentencias.

El juez les permitió a ambos entregarse a la oficina de los alguaciles federales, por lo que no fueron esposados en plena sala, como suele ocurrir en las vistas de sentencia.

Tras la sentencia, René Vázquez leyó una declaraciones de su padre reiterando que es inocente.

«En el día de hoy en que me han impuesto injustamente esta sentencia y me separan de mi familia y todos mis seres queridos, me reafirmo en mi inocencia. ¨De qué me vale mentirles si Dios está observando?’’, expresó Vázquez Botet por escrito.

«Quiero hacer un llamado a todas aquellas personas que tienen información sobre este caso. Les ruego que rompan el silencio, mi libertad está en sus manos’’, añadió.

Los cargos de conspiración, extorsión y lavado de dinero se relacionan con la presunta solicitud de pagos de soborno que los acusados hicieron a los desarrolladores que construyeron un acueducto bajo la administración de Rosselló, con un costo de 305 millones de dólares.

Fue una de las obras de infraestructura más ambiciosas del gobierno de Rosselló y consistió de una tubería de cemento de unos 77 kilómetros para llevar agua desde Arecibo hasta el área metropolitana de San Juan.

La obra se propuso luego que Puerto Rico atravesara una intensa sequía que afectó sus abastos de agua durante los primeros años de la década de 1990.

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