Madrid. EFE. Miles de personas marcharon ayer en Madrid, Barcelona y otras veinte ciudades de España para desaprobar por antidemocrática la reforma de la Constitución que han pactado el Gobierno y el principal partido de la oposición con el propósito de ponerle límite al déficit público.
El objeto de la protesta, convocada por los principales sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales como el movimiento 15-M, es el cambio de la Carta Magna española, una iniciativa que el Gobierno y el Partido Popular (PP) han tramitado de urgencia, sin consulta popular previa. De no hacerse así, argumentaron, no habría tiempo para aprobarla antes de la disolución de las Cortes, el 27 de septiembre, al estar convocadas elecciones generales para el 20 de noviembre próximo.
En Madrid, la manifestación terminó en la Puerta del Sol.
La clave
Podría ser aprobada hoy
La reforma deberá ser aprobada hoy en el Senado -la Cámara Alta del Parlamento español- por los tres quintos del Pleno, lo que equivale a 157 escaños, ya que actualmente hay 261 senadores. Con las frases Así no, esto no, los manifestantes calificaron de intolerable que una reforma de tanta trascendencia sea aprobada en quince días hurtando a la ciudadanía la posibilidad de pronunciarse.